Fernando Cardenal, un sacerdote nicaragüense que fue suspendido por el papa Juan Pablo II en la década de 1980, falleció la madrugada de ayer a los 82 años, informó la asociación religiosa Fe y Alegría de Nicaragua, de la cual fue director, en un comunicado público.
Fernando Cardenal fue expulsado de la orden jesuita en 1984 por cumplir funciones como ministro de Educación en el gobierno sandinista, aunque más tarde regresó a Fe y Alegría.
El jesuita practicaba la teología de la liberación y se unió a los rebeldes sandinistas después de que derrocaron al dictador Anastasio Somoza en 1979, primero encabezando una campaña literaria y luego como ministro de Educación.
De acuerdo con medios de comunicación nicaragüenses, Cardenal murió por complicaciones cardiacas luego de someterse a una operación quirúrgica para atender una hernia umbilical.
Cardenal fue –junto con su hermano Ernesto– uno de cuatro sacerdotes nicaragüenses expulsados de la Iglesia católica por participar en política como miembro activo del Frente Sandinista de Liberación Nacional. Cardenal fue ministro de Educación entre 1984 y 1990.
Fernando Cardenal dejó su cargo en 1990 y al final rompió con el Frente Sandinista –que era encabezado por Daniel Ortega– por considerar que la organización se alejó de los principios de la revolución que derrocó a la dictadura somocista. Fue reinstalado en la orden jesuita en 1997.
En 1980, siendo ministro de Educación, Cardenal coordinó a más de 95 mil estudiantes, maestros, técnicos, profesionales, hombres y mujeres, para ejecutar la Cruzada Nacional de Alfabetización, que redujo drásticamente el analfabetismo en Nicaragua al 12.96%, lo que le mereció un reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura al país centroamericano en 1981.
