Un llamado de atención a la población para que no se utilice agua potable en los carnavales, que se celebrarán del 5 al 9 de febrero, hizo ayer el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan).
El pronunciamiento se da en medio de la sequía que se reporta en el país y los efectos del fenómeno de El Niño, que afectan a 52 cuencas hidrográficas de Panamá, la mayoría concentradas en el área del Pacífico.
La directora de la entidad, Julia Guardia, alertó que lo recomendable es promover el uso racional del recurso hídrico.
“El agua potable no debe utilizarse para culecos. Los acueductos no están diseñados para el desperdicio de agua”, acotó.
Afirmó que la decisión sobre la suspensión de los culecos recaerá en el Ejecutivo, a través del Ministerio de Salud, entidad rectora del sector agua y el saneamiento.
Por su parte, César Berbey, secretario general del Idaan, dijo que serán estrictos con las personas, comercios e industrias que derrochen el agua.
De hecho, la Ley 2 de 1997, que crea el marco regulatorio e institucional para la prestación del servicio de agua, faculta a la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos a imponer sanciones que van desde los 50 dólares hasta los 5 mil dólares, a quienes utilicen mal el agua potable.
Para Rita Spadafora, directora ejecutiva de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza, es “positiva” la propuesta y agregó que en el país “hay una crisis de agua”.
La activista recomendó para Carnaval utilizar el agua cruda de los ríos y de forma restringida.
Desde el segundo semestre de 2015, el Gobierno lanzó un plan de mitigación contra el fenómeno de El Niño, que fija, entre otras cosas, el represamiento de tomas de agua, incremento de embalses y el desarrollo de perforaciones para el aumento de pozos, como medidas a corto plazo.
Estos trabajos suponen un gasto de $60 millones.
