Los ataques aéreos contra el rodeado enclave sirio de Guta Oriental y los bombardeos de la zona rebelde sobre Damasco, probablemente, constituyen crímenes de guerra y deben ser juzgados, dijo el máximo funcionario de derechos humanos de la ONU ayer.
Zeid Ra’ad al-Hussein, alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo que los responsables de estos crímenes en Siria deben saber que están siendo identificados y que se están elaborando dosieres con la vista puesta en futuros procesamientos.
En una de las ofensivas más letales de la guerra en Siria, los ataques aéreos y bombardeos gubernamentales han dejado cientos de personas muertas en unos 12 días en Guta Oriental, una zona de pueblos y granjas asediadas en la última región importante bajo control rebelde cerca de la capital.
El Consejo de Seguridad de la ONU pidió el 24 de febrero un alto el fuego de 30 días en el lugar, donde viven 400 mil personas. Fuerzas del Gobierno sirio han ganado terreno a los rebeldes en la zona, informó ayer el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
“A pesar de este raro ejemplo de unanimidad, civiles de Guta Oriental han reportado que los ataques aéreos y los bombardeos continúan”, dijo Zeid.
“Una vez más, debo hacer énfasis en que lo que estamos viendo en Guta Oriental y en otras partes de Siria son probablemente crímenes de guerra y, potencialmente, crímenes contra la humanidad. Los civiles están siendo golpeados hasta la sumisión o la muerte”, declaró.
Asimismo, agregó que “Siria debe ser enviada a la Corte Criminal Internacional. Los intentos de impedir la justicia y de proteger a esos criminales son vergonzosos”.
Hussam Aala, embajador de Siria ante la ONU en Ginebra, dijo que Zeid es “selectivo y sesgado” y que el debate está“politizado”.
El Ejército sirio ha tomado todas las medidas para proteger a los civiles y ha abierto “corredores humanitarios para el paso de civiles para separarlos de los terroristas”, afirmó en referencia a los insurgentes en Guta Oriental.
