Ohio tiene previsto reanudar en enero de 2017 la ejecución de reos con una nueva combinación de tres fármacos, al cabo de una moratoria no oficial de tres años, atribuida a la escasez de sustancias, informó ayer un abogado que representa al estado a un juez federal.
Thomas Madden, de la fiscalía general de Ohio, detalló que el estado utilizará el sedante midazolam; bromuro de rocuronio, que sirve para paralizar, y cloruro de potasio, para detener los latidos del corazón.
Señaló que las sustancias tienen la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
Madden explicó al juez federal de Columbus, Edmund Sargus, que la nueva política de ejecuciones será anunciada el fin de semana. The Associated Press fue el único medio noticioso presente en la audiencia judicial. Los abogados que representan a presos condenados a muerte dicen que presentarán casi de inmediato una nueva apelación.
El acontecimiento abre la vía para la ejecución de Ronald Phillips, acusado de la violación y homicidio de la hija de 3 años de su novia, ocurrido en Akron en 1993.
Las penas de muerte fueron suspendidas en Ohio desde enero de 2014, después de que Dennis McGuire jadeara y resoplara durante su ejecución por inyección letal, un procedimiento que duró 26 minutos y en el que se utilizó una combinación de dos fármacos que no se habían probado antes.
El estado también utilizó midazolam en la ejecución de McGuire, lo que desalentó a Ohio a que utilizara nuevamente ese fármaco, señaló Allen Bohnert, un defensor público federal que representa a varios presos condenados a muerte.
Por su parte, la Asociación de Ohioneses para el cese de las penas de muerte declaró al diario The Colombus Dispatch que las drogas que las autoridades están pensando implementar para causar la muerte a los condenados no han sido utilizadas anteriormente, a pesar de las declaraciones del departamento de policía.
Además, aseguran que estas drogas agudizan el dolor a los presos condenados durante el procedimiento.
“Este es otro experimento con al menos una droga que no se ha utilizado antes. (...) El estado de Ohio no debería llevar a cabo ejecuciones sin antes atender las recomendaciones de la Corte Suprema para asegurarse de que el sistema es justo y verídico”, dijo el director de la asociación, Kevin Werner.
Ohio y otros estados han tenido dificultades a fin de encontrar suministros legales de fármacos para ejecuciones. Los custodios de las cárceles de Ohio, incluso, han intentado conseguir los fármacos necesarios para las penas de muerte a través de distribuidores foráneos o las “farmacias de compuestos”, unos lugares donde mezclan las drogas en función de lo que desee el cliente.
El estado tiene, al menos, 25 presos con fechas de ejecución firmes, cuyo calendario se extiende hasta octubre de 2019.
Los partidarios dijeron que es necesario obtener el suministro de los fármacos bajo confidencialidad y la medida es necesaria para reanudar las ejecuciones en Ohio.

