OBJETIVO. Hoy estoy a mi mínima expresión, pero recordar a la Cruzada Civilista y la lucha por lograr la democracia, bien lo vale. Ciertamente que estos días existen tantos motivos para la indignación como entonces, pero ahora tenemos algo más: el deber de defender lo que se ganó con dolor y lágrimas; tenemos el deber de exigirles a esos bellacos con poder y sin conciencia que nos respeten... que respeten el estado de derecho, las libertades, los derechos ciudadanos, nuestro patrimonio natural y cultural. Hoy, insisto, hay motivos de sobra para la indignación. Y entre todas las cosas indignantes está el daño que están haciendo a la gente más humilde. Me cuentan que en una comunidad pobre de Darién antes había huertos caseros, laboriosidad, actividad comercial. Ahora, casi todo el pueblo permanece literalmente “echado”, esperando la llegada del helicóptero con los funcionarios que reparten los cheques del Prodec, 100 a los 70 o la beca universal. Ese mismo día (cada dos meses), llega la comida de las jumbo ferias; ya no hay que sembrar. Consecuencia: ciudadanos laboriosos y esforzados –que requieren ayuda no limosna– se transforman en clientes. Ese es el objetivo.
PINTADA DE VERDE... Y MÁS
09 jun 2012 - 05:00 AM
