El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, pidió perdón ayer por la polémica suscitada con una lujosa propiedad de su esposa comprada a empresarios que obtuvieron importantes contratos de obras públicas.
El mandatario aseguró que aunque no violó ninguna ley, cometió un “error” por generar una percepción de corrupción.
“En carne propia sí sentí la irritación de los mexicanos, la entiendo perfectamente; por eso, con toda humildad, les pido perdón, les reitero mi sincera y profunda disculpa por el agravio y la indignación que les causé”.
El mandatario hizo estas declaraciones durante el acto de promulgación del nuevo sistema anticorrupción mexicano, un entramado de siete leyes que, entre otros asuntos, tipifica los delitos relacionados con este problema, crea y fortalece instituciones para combatirlo y establece mecanismos de observación ciudadana.
Peña Nieto, que hizo un llamamiento a ser “autocríticos”, indicó que los servidores públicos, además de tener que actuar conforme a derecho, son responsables “de la percepción que generamos con lo que hacemos”.
En noviembre de 2014, el líder mexicano se vio envuelto en una gran polémica por una lujosa casa propiedad de su esposa Angélica Rivera, que suscitó dudas sobre un presunto conflicto de intereses porque estaba a nombre de un destacado empresario beneficiario de importantes contratos.
