La Fiscalía General de El Salvador presentó ayer una acusación formal de lavado de dinero y activos contra el empresario José Adán Salazar Umaña y otras ocho personas, quienes según las autoridades, no han logrado justificar el origen de 215.1 millones de dólares.
Salazar Umaña, conocido como Chepe Diablo, señalado desde 2014 por el Gobierno de Estados Unidos como capo del narcotráfico internacional, su hija, su exesposa y otra mujer, fueron presentados ante el Juzgado Cuarto de Paz de San Salvador, donde escucharon los cargos que se les atribuyen.
Otras cinco personas –el alcalde del municipio de Metapán, Juan Umaña Samayoa; Wilfredo Guerra Umaña, hijo del alcalde; Tránsito Ruth Guerra, exesposa del alcalde; José Adán Martínez, hijo de Chepe Diablo y Romelia Guerra Argueta, exesposa del alcalde– están prófugas y son buscadas por la Policía.
Chepe Diablo, Juan Umaña y su hijo Wilfredo Guerra son señalados como los cabecillas del Cartel de Texis, ligado al narcotráfico internacional. Sus familiares aparecen como testaferros.
Según las investigaciones de la Unidad Financiera del Ministerio Público, Chepe Diablo, sus socios y familiares crearon decenas de sociedades, de las cuales algunas fueron activadas y otras solo fueron usadas como fachada. Solo la empresa Gumersal, en 12 años de trabajo, tuvo un aproximado de 320 mil operaciones financieras valoradas en un aproximado de mil millones de dólares.
El fiscal general, Douglas Meléndez, dijo que durante el proceso podrían incluir el delito de narcotráfico, ya que detectaron una operación o traslado de fondos de un condenado por narcotráfico, que no identificó, a cuentas de Chepe Diablo. También detectó que las sociedades vinculadas al caso, sobre todo la empresa Gumersal, tienen negocios en Guatemala, Nicaragua, Panamá y Estados Unidos.
Meléndez señaló que tienen bajo investigación la sociedad Desarrollos Montecristo, en la que Chepe Diablo fue socio fundador junto con el vicepresidente de la República, Óscar Ortiz, una empresa fundada en 2000 y que ahora se alega nunca funcionó.
Ortiz, que se ha puesto a la orden en la investigación, aseguró que no tiene ningún vínculo con el capo. “Yo no tengo absolutamente nada que ver con eso y simplemente y sencillamente, y en términos personales y en términos de funcionario, no tengo sociedades ni negocios con nadie”, manifestó.

