El Gobierno británico defendió ayer la independencia del poder judicial, tras una ola de críticas de políticos y medios contra los tres jueces que emitieron un fallo que complica los preparativos del Reino Unido para dejar la Unión Europea (UE).
Bajo una fuerte presión para que respaldara a los jueces, la ministra de Justicia, Liz Truss, emitió un comunicado en el que dijo que la independencia del poder judicial “es el cimiento en que se basa el imperio de la ley” y que las cortes británicas son imparciales.
La Alta Corte de Inglaterra provocó una airada respuesta de algunos legisladores y periódicos el jueves, cuando determinó que la decisión de Reino Unido de iniciar conversaciones para un divorcio formal de la UE necesita aprobación del Parlamento.
Sajid Javid, un miembro del Gabinete de la primera ministra Theresa May, dijo que el fallo era un intento “inaceptable” por “frustrar la voluntad del pueblo británico”, y el diario The Daily Mail afirmó que los jueces que emitieron el dictamen eran “enemigos del pueblo”.

