El viernes 10 de agosto de 2017, mientras se acomodaba su rubia melena y hacía una de sus habituales muecas, Donald Trump fue directo. “Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluyendo una posible opción militar si es necesario. Tenemos tropas en todo el mundo en lugares muy lejanos, Venezuela no está muy lejos”, dijo.
Ahora, después de poco más de un año, el pronunciamiento de Trump tiene eco en el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien afirmó que ya es tiempo de restablecer la democracia y aliviar la crisis humanitaria que padece el país sureño.
“En cuanto a la intervención militar para derrocar a Nicolás Maduro, no debemos descartar ninguna opción”, dijo Almagro en Cúcuta, Colombia, donde el viernes palpó de primera mano la paupérrima situación de los migrantes venezolanos, crisis que catalogó de “inmoral”.
Migración
Cerca de 2.3 millones de venezolanos (7.5% de la población de 30.6 millones) viven en el exterior, de los cuales 1.6 millones migraron desde 2015, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas.
Almagro no malgastó palabras y catalogó al gobierno de Nicolás Maduro como una “dictadura”.
Denuncia
Como era de esperarse, el aparente apoyo del secretario general de la OEA a una intervención militar no fue bien visto por las autoridades venezolanas, quienes ayer sábado señalaron que este será denunciado ante organismos internacionales.
La vicepresidenta Delcy Rodríguez recalcó que Almagro “pretende revivir los peores expedientes de intervención militar imperialistas en nuestra región”, la cual “está seriamente amenazada por la demencial actuación de quien usurpa de forma desviada y abusiva la Secretaría General de la OEA”.
Por su parte, el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero dijo que en Venezuela “no habrá una salida que no sea una salida pacífica, donde las palabras política, diálogo, contención, respeto al otro sean las que se conjuguen, frente al insulto, la denuncia, el aislamiento, la sanción o la represión”.
A principios de este mes la OEA votó una resolución que acusa a Maduro de violar el orden constitucional con su reelección en mayo.
Con una Venezuela padeciendo, los amagos de Trump amenazan con no quedarse solo en muecas.
(Con información de El Universal, AFP y Reuters).
