El presidente Abdel Fatah al Sisi dijo ayer que un avión ruso que se estrelló en el Sinaí el año pasado fue derribado por terroristas que buscan dañar a la industria de turismo en Egipto y las relaciones con Moscú.
“Sobre si ha terminado el terrorismo, no, pero se acabará si nos unimos. Quien haya derribado el avión ruso, lo que quiso fue afectar el turismo y las relaciones con Rusia”, dijo Sisi en un discurso transmitido por televisión.
Los comentarios son el primer indicio oficial egipcio de que la aeronave fue derribada deliberadamente.
El brazo egipcio del grupo Estado Islámico (EI) había reivindicado el atentado el mismo día del siniestro, diciendo que colocó una bomba en el aparato, pero hasta ahora Egipto insistía en negar la tesis de un atentado, sin duda por miedo a que el turismo, pilar de su débil economía, se derrumbe.
Rusia ha sostenido que una bomba habría causado el incidente, pero El Cairo afirmaba que aún debía hallar evidencia de que había ocurrido un acto delictivo.
Rusia suspendió seguidamente todos los vuelos civiles a Egipto luego de que un avión ruso se estrelló en el Sinaí el 31 de octubre, causando la muerte de las 224 personas a bordo.
Asimismo, Reino Unido anuló todos sus vuelos hacia la estación balnearia Sharm el Sheij, de donde despegó el avión lleno de turistas el 31 de octubre de 2015.
Las actividades terroristas han causado la muerte a cientos de policías y soldados egipcios desde que el ejército destituyó al anterior presidente, el islamista Mohamed Morsi, en julio de 2013 en respuesta a las protestas masivas en contra de su primer año de gobierno.
El presidente egipcio añadió en su discurso que fueron extremistas quienes iniciaron los ataques en Sinaí. “Pudimos haber coexistido todos a pesar de las diferentes ideologías, pero eso no ocurrió”, ha dicho.
