La Iglesia católica salvadoreña dijo ayer que suspendió de todas sus funciones al obispo Jesús Delgado por acusaciones de abuso sexual contra una menor de edad e informó que el prelado aceptó las imputaciones.
El canciller de la arquidiócesis de San Salvador, monseñor Rafael Urrutia, informó en conferencia de prensa que Delgado “está dispuesto a reunirse con la víctima para pedirle perdón”.
Delgado, de 77 años, que se desempeñaba como vicario general de la arquidiócesis de San Salvador, es uno de los sacerdotes salvadoreños más reconocidos a nivel mundial por su cercanía con el asesinado arzobispo Óscar Arnulfo Romero, de quien fue su secretario personal en la década de 1970 y también escribió su biografía oficial.
Delgado es autor de los libros Monseñor Romero, biografía; Así tenía que morir, porque así vivió. ¡Sacerdote¡ Mons. Oscar Arnulfo Romero y La Iglesia no puede callar, que compila más de 5 mil cartas del arzobispo asesinado por un francotirador de derecha el 24 de marzo de 1980.
“Monseñor Jesús Delgado ha sido suspendido de todas sus funciones sacerdotales, pastorales y administrativas, porque se ha recibido la denuncia de abuso sexual de menores de edad e inmediatamente se ha procedido a la suspensión”, dijo Urrutia en la sede del arzobispado capitalino.
La suspensión incluye su participación en la comisión postuladora ante el Vaticano de las causas de canonización de monseñor Romero y de la beatificación del padre jesuita Rutilio Grande, también asesinado por paramilitares al inicio del conflicto armado salvadoreño (1980-1992).
La noticia dejó desconcertados a los fieles católicos salvadoreños, que no salían del asombro, porque Delgado, conocido como el padre Chus, un diminutivo de Jesús, era muy querido y respetado por los feligreses. “Que horror, jamás lo habría pensado, conozco a monseñor Delgado y no lo puedo creer”, dijo a la AP Josefa Castillo cuando llegaba a la iglesia Inmaculada Concepción. Las reacciones son diversas, de incredulidad y de indignación. “Estoy desolada, nunca pensé que esto pasara y con el padre Chus, parecía un buen hombre, un buen sacerdote, un santo. Él estuvo cerca de monseñor Romero y me cuesta creerlo, pero dicen que él ya lo aceptó”, agregó Manuela Estrada.
