Tecnoestrés, un mal de la modernidad

Tecnoestrés, un mal de la modernidad


Dolores musculares, ojos llorosos, irritabilidad y ansiedad son algunos de los síntomas que sufren los trabajadores modernos a causa del constante uso de dispositivos tecnológicos durante sus jornadas.

¿Cuánto ha cambiado la era digital el ritmo de vida de las personas? El estudio Redes Sociales en Centroamérica 2014, de la firma de investigación digital iLifebelt, especializada en la observación del comportamiento de los usuarios de la región centroamericana, contesta esa interrogante.

Descifra que son los dispositivos móviles los aparatos favoritos, después de la coronada PC o computadora de escritorio, ambos usados para conectarse a internet en nuestras latitudes.

Más de la mitad de los usuarios (52%) en América Central dedica más de tres horas diarias al uso de la internet, según detalla el informe, y añade que los asuntos laborales son la cuarta razón por la que los individuos no se despegan de sus móviles o tabletas y permanecen en línea a través de sus aparatos por tiempo prolongado.

Esa intromisión continua de la tecnología en la vida diaria ha ido en detrimento desde el punto de vista laboral. Con la inserción de nuevas tecnologías -dispositivos electrónicos, laptops, robots industriales, programas-, los individuos deben adecuarse a las nuevas corrientes, aprender y adoptar estos mecanismos en sus ambientes. Esa fluctuación de información, a veces no bien dominada, supone una carga extra a las funciones del asalariado que puede desembocar en una patología llamada ‘tecnoestrés’.

El ‘tecnoestrés’ es considerado un trastorno, cuyos síntomas están asociados a la dificultad para conciliar el sueño, dolores musculares, fatiga o agotamiento, ansiedad, problemas para la concentración, entre otros, que luego se intensifican con la tecnodependencia o incapacidad de alejarse del dispositivo móvil o cualquier otro aparato conectado a la internet.

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