Como una confirmación de que el Consejo de Seguridad Nacional se utilizó como un instrumento de persecución política entre 2012 y 2014 calificaron las víctimas de los pinchazos la sentencia de 50 meses de prisión dictada contra los exdirectivos de ese organismo Gustavo Pérez y Alejandro Garuz.
Mitchell Doens, víctima de las escuchas, dijo que el fallo del juez decimosexto, Enrique Pérez, revela que en el sistema de administración de justicia aún hay funcionarios independientes y justos, y además confirma que Pérez y Garuz obedecían a quien era el jefe del CSN, Ricardo Martinelli. Carlos Herrera Morán, abogado de Mauro Zúñiga, también víctima de los pinchazos, aseguró que el fallo deja sentadas las bases para que el tribunal de juicio del sistema penal acusatorio condene también al expresidente Martinellli.
Aseguró que como lo dice el fallo, ambos -Pérez y Garuz- eran cómplices primarios de quien dirigía en esos momentos el CSN, que era Ricardo Martinelli.
Dijo sentirse satisfecho por la sentencia, porque hace justicia a las víctimas.
El abogado Rosendo Rivera, querellante autónomo en este caso, dijo que la importancia de la condena radica en que el juez reconoce que Pérez y Garuz eran cómplices y establece que había un autor intelectual de las escuchas telefónicas y seguimientos efectuados por los funcionarios del CSN.
Rivera remarcó que para la fecha en que se dieron las interceptaciones, el jefe del CSN era el expresidente Martinelli y no descartó presentar acciones resarcitorias en este caso a favor de las víctimas.
