La farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford reanudaron los ensayos clínicos de la vacuna que desarrollan contra la Covid-19.
Los ensayos habían sido suspendidos la semana pasada, luego de que se detectara en un participante en el Reino Unido una “enfermedad potencialmente inexplicable”, posiblemente un efecto secundario grave.
La Universidad de Oxford comunicó que los estudios clínicos ahora son reanudados siguiendo las recomendaciones de un comité de revisión de seguridad independiente y de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido.
Además, dijo que no revelará información sobre la enfermedad del paciente por razones de confidencialidad, aunque el diario estadounidense The New York Times publicó que a un voluntario de estos ensayos clínicos se le había diagnosticado mielitis transversa, un síndrome inflamatorio que afecta la médula espinal y que puede ser causado por infecciones virales.
Sobre el tema el científico, Eduardo Ortega-Barría, quien tiene 20 años de experiencia en investigación de vacunas y asumirá en enero de 2021 el cargo de secretario nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, explicó que la suspensión del ensayo clínico de la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford es el comportamiento clásico cuando surgen eventos adversos, ya que así funciona la investigación científica.
Añadió que todo evento inexplicable hace que se detenga un estudio de medicamento o vacuna, para que un equipo asesor de seguridad independiente a la empresa realice las revisiones correspondientes y emita sus recomendaciones.
Los planteamientos de Ortega Barría fueron compartidos por la directora del departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, Ivonne Torres Atencio, quien agregó que es normal y rutinario el control de calidad de un ensayo clínico, y que esto se debe a normas que están descritas en lo que se conoce en español como “buenas prácticas clínicas”, dirigidas a garantizar los derechos de los voluntarios que participan en los ensayos, asegurar la calidad de los datos y evitar errores en la investigación.
Subrayó que es importante el reporte realizado por los científicos, porque indica que se está siguiendo la norma y que en todo momento la seguridad del paciente es lo primordial.
La Organización Mundial de la Salud dijo que se están probando casi 180 posibles vacunas en todo el mundo, pero ninguna ha completado los ensayos clínicos.

