A inicios del siglo XX, específicamente en 1913, el comerciante estadounidense Robert Wilcox, previendo la transformación del centro de la ciudad de Colón, decidió construir un edificio con cuartos de alquiler, conocido hoy día como la casa Wilcox. Transcurridos 104 años de su construcción, el inmueble se debate entre su legado y su futuro.
Los antecedentes que se conocen de la estructura son pocos. Sin embargo, en el documento denominado Centro Histórico de Colón; Conservación y gestión sostenible para un centro urbano dinámico, publicado en el año 2013 por la organización World Monuments Fund, se recoge un breve resumen del centro histórico de esa provincia, al que definen como variado y de alta calidad en su arquitectura.
“El centro histórico de Colón, de aproximadamente 250 hectáreas sobre la isla Manzanillo, se destaca por sus alargadas manzanas desplegadas de norte a sur, abiertas al viento marino y definidas por un sistema excepcional de bulevares, avenidas, calles y callejones”.
El documento también se hace eco de lo irónico que resulta ver el éxito de un centro de intercambio comercial que se ha quedado corto en el desarrollo social de su ciudad, “restringiéndolo a la pobreza, inequidad, inseguridad civil y deterioro ambiental”.
La casa Wilcox junto con otros 18 inmuebles y 7 espacios públicos abiertos forman parte del Conjunto Monumental Histórico del Casco Antiguo de la ciudad de Colón, declarado mediante la Ley No. 47 del 8 de agosto de 2002.
La protección especial de espacios ha servido de poco. El informe de World Monuments Fund apunta que el centro histórico ha sufrido los efectos de más de 30 años de negligencia y abuso, encontrándose en un proceso paulatino de despoblación, viviendas de mal aspecto y contaminación que amenaza su papel tradicional como centro administrativo, comercial y cultural de la provincia.
‘HAY QUE DEMOLER’
La casa Wilcox ha sido víctima de una serie de hechos que han debilitado la estructura, entre ellos incendios y desplomes.
El último suceso se reportó el pasado domingo 2 de abril. El Cuerpo de Bomberos de Panamá (CBP) indicó en su momento que se trató de una basura incendiada en el área.
La situación llevó a las autoridades del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) a realizar una evaluación de la estructura, en la que se concluyó que el inmueble debía ser demolido.
José Donderis, director del Sinaproc, expresó que la evaluación técnica evidenció que las vigas, losas y columnas de la estructura están severamente deterioradas.
“El edificio es un riesgo latente y el deterioro es tal, que indica una posibilidad de colapso, y es por ello que hemos hecho la recomendación de demoler el edificio”, dijo.
Por su lado, el director nacional de Seguridad, Prevención e Investigación de incendios del CBP, Estirito De Frías, aseguró que solo en esta gestión de gobierno han atendido más de cuatro incidentes en la casa Wilcox.
Mencionó que en la última inspección ocular que se realizó en el sitio, el pasado domingo, se encontró un evidente deterioro de los materiales, hierro expuesto y corroído, que hacen “muy difícil restaurar la estructura”, por lo que han recomendado derribarla para preservar la seguridad de los vecinos y peatones.
Sobre el tema, el ministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Mario Etchelecu, manifestó que la decisión definitiva sobre el tema recae sobre el Sinaproc, los bomberos y la Dirección de Patrimonio Histórico del Instituto Nacional de Cultura (INAC).
“La historia de la casa Wilcox es invaluable, pero es más invaluable la pérdida de una vida humana”, dijo Etchelecu.
No obstante, añadió que el Miviot cuenta con todos los insumos para levantar una réplica idéntica del antiguo inmueble.
RECHAZAN PROPUESTA
Las intenciones que se impulsan desde el Gobierno son rechazadas por historiadores, defensores del patrimonio histórico, exdirectores del INAC, así como por los miembros de la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA).
Mediante un comunicado al país, la SPIA recordó que la casa Wilcox está protegida por la Ley No. 47 y no puede ser derribada.
Manuel Choy, presidente de la Comisión de Patrimonio Histórico de ese gremio, manifestó que esta es una decisión que no se puede tomar a la ligera por tratarse de una estructura que forma parte de un Conjunto Monumental Histórico, por lo que abogan por su restauración.
“Actualmente, existen técnicas y procedimientos para su total recuperación”, afirmó.
Por su parte, el exdirector del INAC, Reinier Rodríguez, estimó que el Sinaproc no es la entidad a la que le corresponde tomar la decisión de demoler o no la estructura, sino a técnicos de la Dirección Nacional de Patrimonio Histórico del INAC.
Sostuvo que para justificar una demolición de esta magnitud se requiere de estudios y evaluaciones profundas, desarrolladas por especialistas, que no se hacen en una visita.
Rodríguez, quien forma parte de la Comisión Nacional de Arqueología y Monumentos Históricos, dijo que el demoler la casa Wilcox significaría que la provincia de Colón estaría perdiendo “el valor particular y universal de unos de sus edificios más representativos”.
Otra opinión sobre la polémica propuesta de derribar el histórico inmueble es la de Hildegard Vásquez, directora de la Fundación Calicanto y defensora del patrimonio histórico nacional.
Vásquez argumentó que no es vida humana versus patrimonio, sino cuánto dinero se está dispuesto a invertir por el “valor” del patrimonio. El edificio se puede restaurar y es lo correcto.
Asimismo, manifestó que “hay valores intrínsecos en la historia de un pueblo que valen la pena salvaguardar, y la casa Wilcox es uno de ellos”.
‘NOS HAN ESTAFADO’
La casa Wilcox forma parte del Proyecto de Renovación Urbana e Integración Humana de la Provincia de Colón que adelanta desde el año 2015 el Consorcio Nuevo Colón, integrado por las empresas Norberto Odebrecht y Constructora Urbana, S.A.
La licitación de este proyecto, cuyo costo es de 537 millones de dólares, no solo incluía la construcción de apartamentos, parques, sino también la recuperación del centro histórico de la ciudad.
En la página web de Odebrecht se indica que dentro del alcance del proyecto está“la recuperación de edificios y estructuras emblemáticas con gran valor histórico, que se encuentran a lo largo de Barrio Norte y Barrio Sur. Esto, con la intención de proteger los patrimonios que por sí mismos hablan del Colón de ayer”.
Sin embargo, hoy la promesa se ha convertido en una “verdadera estafa”, expresó Ana Elena Porras, coordinadora general del Movimiento Ciudadano por la Identidad Panameña.
Recordó que Odebrecht ganó esta licitación por introducir la restauración de los monumentos históricos del Casco Antiguo de Colón.
“Pero, ahora resulta que la derribarán con la complicidad del actual gobierno, y nos intentan manipular con argumentos inexpertos”. Concluyó que lo que se pretende “es un crimen”.
En tanto, Ramón Ricardo Arias, presidente de Transparencia Internacional, capítulo de Panamá, opinó que es realmente “inconcebible” que el Miviot pretenda hacerle adendas a Odebrecht para permitir la demolición de la estructura.
“Ya los expertos han confirmado que el edificio es restaurable y si ellos —Odebrecht— licitaron la restauración, que respeten el contrato y lo restauren”, adujo.
Por su lado, Patrizia Pinzón, de la Asociación de Vecinos y Amigos del Casco Antiguo de la ciudad de Panamá, lamentó el escenario actual.
Desde su punto de vista, la casa Wilcox no es una casa cualquiera. “Es el corazón de la provincia de Colón y si el Gobierno no está dispuesto a recuperar el valor turístico, económico, histórico y de identidad de esa ciudad como un todo, entonces no vale la pena nada de lo que se está haciendo”.
Respecto al debate que se ha originado, Javier Edward, director encargado de la Dirección Nacional de Patrimonio Histórico, planteó que “la restauración de un monumento histórico debe ser la prioridad”.
Agregó que para tomar la decisión de eliminar el inmueble debe existir un estudio realizado por profesionales idóneos y con pruebas de laboratorio que indiquen que la estructura no puede ser rescatada.
Este medio buscó una versión del Consorcio Nuevo Colón, pero al cierre de esta edición no hubo respuesta.
Renuncia la directora de Patrimonio Histórico
En medio de la polémica que ha surgido por la demolición o no de la Casa Wilcox, en la provincia de Colón, la directora Nacional de Patrimonio Histórico del Instituto Nacional de Cultura (INAC), María Isabel Arrocha, presentó su renuncia. Hasta el momento, solo ha trascendido que la renuncia fue por motivos personales. Hasta la tarde del pasado jueves 6 de abril, voceros del Gobierno no confirmaban la decisión de Arrocha. Javier Edward, quien hasta la renuncia de Arrocha se desempeñaba como arquitecto restaurador y jefe de la Unidad de Monumentos Históricos Nacionales, asumirá el cargo de director encargado de Patrimonio Histórico. La también arquitecta llegó al cargo a finales de noviembre de 2015 luego de la renuncia, también por motivos personales, de su colega Wilhelm Franqueza. Arrocha tiene un máster en restauración de monumentos de arquitectura, que obtuvo en España en el año 2008.