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Diputados se aferran a la figura del residuo

Diputados se aferran a la figura del residuo
De los 71 diputados que actualmente conforman el pleno legislativo de la Asamblea Nacional, 13 llegaron bajo la fórmula del residuo. Archivo

Lo advirtieron los miembros de la Comisión Nacional de Reformas Electorales (CNRE): una de las batallas más duras que se tendría en la Asamblea Nacional (AN) a la hora de aprobar las modificaciones al Código Electoral sería la propuesta de cambiar el actual esquema de distribución de curules en los circuitos plurinominales mediante la fórmula del residuo, que en la práctica pone en desventaja a las minorías políticas.

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Reformas, a espaldas del pueblo y a la talla de los diputados, otra vezRoux dicta la línea a la bancada de CD: que respeten los acuerdos consensuados en las reformas electorales Comisión de Gobierno aprueba en primer debate el proyecto de reformas electorales

Y en efecto, el pasado 6 y 7 de octubre, en el primer debate del proyecto de ley 544 en la Comisión de Gobierno, Justicia y Asuntos Constitucionales, se corroboró aquel aldabonazo.

La propuesta de la CNRE, considerada una de las partes medulares del proyecto 544, fue eliminada y, en su lugar, se mantuvo la fórmula del residuo usada en las elecciones de 2019.

En aquellos comicios, 13 diputados salieron electos mediante esa regla matemática, cuatro de los cuales ahora son miembros de la Comisión de Gobierno: su presidente, Víctor Castillo, el secretario de la comisión y presidente de la AN, Crispiano Adames, y los comisionados Roberto Ábrego y Corina Cano.

La alquimia del residuo o la manzana de la discordia

El sistema de reparto de las curules de diputados mediante la fórmula de residuo en los circuitos plurinominales no solo impide conocer los resultados de la elección el mismo día de su celebración, sino que capitaliza reclamos ante los juzgados electorales y concentra las quejas ciudadanas con denuncias de “trampa legal”.

Incluso, en los pasillos del Palacio Justo Arosemena se usa el término “diputado residuo”, para referirse despectivamente a aquellos diputados que individualmente no tenían suficientes votos para llegar a la Asamblea.

En las elecciones del 5 de mayo de 2019, el país fue testigo de airadas disputas por este tema, que además retrasaron los resultados de la composición del poder Legislativo, de 71 escaños. En el circuito 8-7 (Ancón, Bella Vista, Betania, Calidonia, Curundú, El Chorrillo, Pueblo Nuevo, San Felipe y Santa Ana), el conteo de votos por residuo duró tres días, y en el 1-1, Bocas del Toro, cerca de una semana.

En el caso del 8-7, donde se eligen cinco diputados, no fue tan complicado conocer quiénes fueron los cuatro electos mediante cociente y medio cociente. A la hora de asignar la quinta curul, las cosas se complicaron.

Carla García y Crispiano Adames, candidatos del Partido Revolucionario Democrático (PRD), fueron los enconados protagonistas. Finalmente, la balanza se inclinó a favor del hoy presidente de la Asamblea Nacional, ya que a él se le sumaron los votos del Movimiento Liberal Republicano Nacionalista, que también lo postuló como parte de la alianza que hoy se mantiene en el Gobierno.

De acuerdo con las cifras de la junta circuital, García obtuvo 20 mil 116 votos por el PRD y Adames, 19 mil 487. A este último se le sumaron 661 votos del Molirena y al final totalizó 20 mil 148; es decir, ganó por 32 votos.

En tanto, en Bocas del Toro, el conteo duró una semana. Acabó con la proclamación de los perredistas Abel Becker y Benicio Robinson, el primero por residuo.

El sistema actual

¿Cómo se reparten las curules actualmente? Se usa la fórmula matemática del cociente, medio cociente y residuo.

El cociente se obtiene al dividir el número total de votos válidos del circuito electoral, entre la cantidad de diputados que elige ese circuito.

Por ejemplo, si en una circunscripción donde deben salir cinco diputados se cuentan 20 mil votos válidos, se divide entre cinco y el cociente sería 4 mil votos.

Si quedan otras curules por adjudicar, se recurre al medio cociente. El medio cociente sería la mitad de los votos requeridos para una curul por cociente. En este ejemplo hipotético, 2 mil.

Sin embargo, cuando se llega al residuo, las matemáticas se cruzan. Aquí ya no se reparten las curules por números exactos, sino que se busca al candidato que más votos sacó, sumándole lo que logró cada partido si estuvo en alianza. Con esta regla, los candidatos de partidos políticos grandes logran beneficiarse frente a candidatos de partidos pequeños y de libre postulación.

De no cambiar en los circuitos plurinominales la distribución de curules mediante la fórmula del residuo, que permite que se cuentan todos los votos obtenidos por cada candidato en todas las listas en que hayan sido postulados (alianzas), esto seguirá pasando.

Lo aprobado

Precisamente, fue esta fórmula del residuo la que no quisieron cambiar los diputados del PRD y de Cambio Democrático (CD), el pasado jueves 7 de octubre, cuando aprobaron en primer debate el proyecto 544, sobre reformas electorales.

Decidieron eliminar lo propuesto por la Comisión Nacional de Reformas Electorales (CNRE), que buscaba una proporcionalidad equitativa en los circuitos plurinominales, como lo plantea el artículo 147 de la Constitución. En todo el país hay 13 circuitos donde se elige más de un diputado.

En su lugar, dejaron lo que dispone actualmente el Código Electoral: en la adjudicación de las curules por residuo se cuentan todos los votos obtenidos por cada candidato en todas las listas en que hayan sido postulados, pero en todo caso la curul se asignará al colectivo al cual pertenece el candidato, teniendo presente que un partido solo podrá obtener una sola curul por residuo.

Lo que se buscaba

La CNRE planteaba la adjudicación de curules por residuo a los partidos o listas de libre postulación a las que se le hayan asignado curules por cociente o medio cociente, y dejaba claro que “se le restarán los votos utilizados para la adjudicación de éstas”.

Una vez hecha la resta indicada, las curules que quedan por asignar se repartirían por partido o lista de libre postulación, en orden descendente de votos.

“La curul que se asigna por residuo, le corresponderá al candidato más votado de la lista”, señalaba el proyecto 544, en su texto original.

En su momento, Osman Valdés, director de Organización Electoral del TE, dijo que ese era el cambio más importante de la reforma, pues “se restarán los votos utilizados para cociente o medio cociente”.

Es decir, que los votos que se utilizaron para adjudicar curules por cociente y medio cociente a un partido no se tomarán en cuenta para otorgar curules por residuo, como sucedió en 2019 en algunos circuitos, provocando demandas de nulidad. De hecho, hubo 54 demandas, la mayoría por este conflicto.

En los comicios pasados, 13 diputados se beneficiaron del residuo: siete del PRD, cuatro del Molirena, uno de CD y uno del Panameñista.

Entre ellos, hay cuatro que forman parte de la actual comisión legislativa de Gobierno, que avaló en primer debate el proyecto 544: Crispiano Adames, Víctor Castillo, Roberto Ábrego y Corina Cano.

La Asamblea se ha propuesto aprobar el proyecto 544 en las próximas tres semanas, antes de que culmine el actual periodo de sesiones ordinarias, el próximo 31 de octubre.

Sigue el rechazo

Diversos sectores de la sociedad civil organizada han rechazado la decisión adoptada por los diputados del PRD y CD en la Comisión de Gobierno, en temas como la fórmula del residuo, el fuero penal electoral y la paridad de género.

El Tribunal Electoral anunció que el próximo lunes comunicará cuál es su posición frente a las modificaciones aprobadas en primer debate.

El magistrado presidente Heriberto Araúz dijo que el TE intentará mantener la comunicación con los diputados, para buscar cambios en temas sensibles. De no lograrlo, no descarta presentar una demanda de inconstitucionalidad si el proyecto 544 es finalmente sancionado por el presidente Laurentino Cortizo.

Ayer, en tanto, la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresas, uno de los gremios que participa activamente en la CNRE, convocó también para este lunes a una conferencia de prensa, con la premisa de que estas reformas, que ahora están pendientes de discusión en segundo debate, ponen en entredicho la democracia.

El presidente Cortizo tendría la última palabra, pues le corresponde avalar o rechazar la propuesta que le haga llegar la Asamblea. O más bien la penúltima, si el caso termina en la Corte.

No obstante, la Corte podría tardar años en emitir un fallo, lo que podría afectar los plazos establecidos en el cronograma rumbo a las elecciones del 5 de mayo de 2024.


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