La principal interrogante que surge entre la población a raíz de la detección del primer caso de la variante Delta (B.1.617.2) del virus SARS-CoV-2 por transmisión comunitaria en Panamá es la siguiente: ¿qué tan efectivas son las vacunas que se administran contra este linaje que emergió en octubre de 2020 en India?
La respuesta es explícita en múltiples estudios y análisis científicos: dos dosis de las vacunas Pfizer/BioNTech y AstraZeneca/Universidad de Oxford son capaces de bloquear al linaje Delta, aunque el nivel de protección es un poco menor que con el resto de las variantes.
Por ejemplo, un análisis científico realizado por investigadores del Instituto Pasteur en Francia y publicado el pasado 8 de julio en la revista Nature concluye que los anticuerpos de las personas que pasaron la Covid-19 no son muy efectivos contra la Delta. Sin embargo, esta efectividad aumenta cuando se trata de personas que pasaron la enfermedad y recibieron además una dosis de vacuna.
Es un escenario similar al que se observa con personas no infectadas que reciben la vacuna. Los anticuerpos generados con una sola dosis de Pfizer/BioNTech o AstraZeneca/Universidad de Oxford no consiguen frenar al virus en los platos de cultivo de laboratorio, pero sí lo hacen cuando se tiene la pauta completa, plantea la publicación.
Otro estudio que muestra la efectividad de la vacunas contra la Delta es el denominado REACT-1, liderado por el Imperial College London, en el que se monitoreó la propagación de la Covid-19 entre el 24 de junio y el 12 de julio pasado. A fin de lograrlo, se reclutaron 100 mil personas para realizar pruebas de PCR habituales y así detectar la presencia del patógeno. Para ese entonces, las mutaciones dominantes eran Alfa y Delta.
Los análisis de los resultados de las pruebas de PCR mostraron que las personas completamente vacunadas pueden tener menos probabilidades que las personas no vacunadas de transmitir el virus, debido a que tienen, en promedio, una carga viral más pequeña y, por lo tanto, es probable que propaguen menos virus.
Además, en la revista científica The New England Journal of Medicine se publicaron el pasado 21 de julio porcentajes de los institutos de salud británicos, que plantean que una sola dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech brinda una efectividad de alrededor del 36 % para la Delta y de 47.5 % para la Alfa; y una sola dosis de la vacuna AstraZeneca/Universidad de Oxford ofreció el 30% para la Delta y 48.7% para la Alfa.
En cambio, la efectividad de ambas vacunas se elevan cuando la persona recibe dos dosis. Los datos dicen que con la vacuna de Pfizer se registró una efectividad del 88%, mientras que la de AstraZeneca alcanzó 67% para la Delta; y en el caso de la Alfa, el porcentaje alcanzado fue de 93.7% para Pfizer y del 74.5 % para la vacuna de AstraZeneca.
Cambio en estrategia de vacunación y síntomas
Eduardo Ortega Barría, asesor del Consorcio de Investigación de Vacunas Covid-19 y secretario nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, señaló que el esfuerzo del Programa Ampliado de Inmunización del Ministerio de Salud (Minsa) durante este mes, y en septiembre próximo, busca aplicar el mayor número posible de segundas dosis de la vacunas contra la enfermedad Covid-19, ya que se conoce que una sola dosis no brinda la misma efectividad contra la Delta
La meta es que para finales de octubre se hayan aplicado, al menos, 1.9 millones de segundas dosis, que se sumarían a las aplicadas hasta ayer 10 de agosto [755 mil 299, según el vacunómetro], para lograr tener un segmento de la población muy importante con dos dosis, detalló Ortega Barría.
Por su parte, la directora del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, Ivonne Torres Atencio, sostuvo que es clave acelerar la vacunación de la población ante la circulación de la variante Delta.
El objetivo de los próximos días debe ser vacunar la mayor cantidad de la población posible con dos dosis de la vacuna, precisó.
Subrayó que después del esquema completo (dosis y tiempo) es posible contagiarse, pero la carga viral será mucho menor.
“Los estudios muestran que las personas con pauta completa no tienen mayor infectividad, aun así, por eso es mandatorio el uso de mascarillas fuera del circulo o burbuja familiar”, dijo.
Mientras tanto, el pediatra, infectólogo y asesor del Consorcio de Investigación de Vacunas Covid-19 Panamá Xavier Sáez-Llorens manifestó que este linaje se caracteriza por tener mayor carga viral y menor período de incubación, lo que ayuda a su rápida expansión, porque da menos tiempo al sistema de salud para hacer diagnóstico y tomar acciones oportunas de trazabilidad y aislamiento de los contagiados.
Remarcó que se han observado variaciones en los síntomas con la infección por Delta, como más casos de dolor de estómago, náuseas, vómitos, pérdida auditiva, reducción de olfato, dolor en articulaciones y compromiso de la vía aérea superior (dolor de garganta, congestión nasal, estornudos).
La frecuencia de estos hallazgos es variable y su presencia no excluye participación de otras variantes, precisó Sáez-Llorens.
Ahora, con la llegada de este agresivo linaje al país, las autoridades de salud han intensificado la vigilancia epidemiológica y la secuenciación genómica, con el objetivo claro de detectar más casos con Delta en el menor tiempo posible.
De hecho, la trazabilidad permitió la detección de tres familias que mantuvieron contacto con el primer caso de Delta por transmisión comunitaria en el corregimiento de Los Algarrobos, corregimiento de Dolega, provincia de Chiriquí.


