La nueva cacica de la comarca Ngäbe-Buglé tiene un linaje de peso en su territorio. Es hija de Mónico Cruz, líder histórico del pueblo ngäbe-buglé, uno de los guerreros por la constitución de la comarca.
Elena Cruz Guerra, de 50 años de edad, hasta ayer a las 6:30 p.m. ganaba la elección a cacique general con el 19.34% de los votos. En ese momento se habían escrutado el 94.73% de las mesas. Su más cercano rival, Alberto Montezuma, tenía el 14.32% de los votos.
¿Quién es?
Vive en Kankintú, donde habitan aproximadamente 33 mil personas. Estudió hasta el primer ciclo, y labora como trabajadora manual en el Colegio Bilingüe San Agustín, de Kankintú. Tiene seis hijos: cuatro mujeres y dos hombres.
Cruz Guerra, reemplazará a otra mujer: la cacica Silvia Carrera, electa en 2011, durante las últimas elecciones de la comarca.
La nueva líder fue una de las cuatro mujeres de entre los 16 aspirantes que competían por el cargo de cacique general en la consulta popular que se celebró el pasado domingo 13 de febrero en la comarca. Se trató de las primeras elecciones en más de una década y comicios organizados por el Tribunal Electoral (TE).
“Quiero trabajar con mi pueblo. Haré lo que ellos quieran. Sin el pueblo no soy cacique. El pueblo es el cacique”, aseguró Cruz Guerra ayer a vía telefónica a La Prensa desde su casa en Kankintú. Evitó hacer más comentarios sobre sus planes como nueva jefa de la comarca. Prefiere esperar que la proclamen.

El viaje por la cordillera
El maestro Eugenio Beker la describe como una mujer buena, trabajadora, y humilde, que hizo su campaña con pocos recursos. Niega que ella recibiera ayuda de parte del gobierno de Laurentino Cortizo y asegura que contó con el apoyo de su pueblo, sobre todo de las mujeres.
“Cinco maestros la asesoraron”, añade. Beker dice que durante su campaña, la nueva cacica caminó las montañas de la cordillera central hasta el río Cricamola. Visitó población por población propagando su mensaje. Entre sus promesas figuraron un “no a las hidroeléctricas”, “sí al progreso pero con consultas”, y “no vender la riqueza de la comarca a los extranjeros”.
Su hijo, Robert Salazar está contento porque dice que con el triunfo de su madre se “revive el linaje” de su abuelo Mónico Cruz. “No es una cacique más, sino la hija de un líder que luchó para que la comarca pudiera habitar y vivir libremente en su propio territorio”, aseguró ayer desde su casa en Kankintú.
La fiesta en el pueblo
A partir de las 10:00 p.m. del domingo 13 de febrero, día de la elección, la gente se fue congregando poco a poco frente a la choza en la que vive en la nueva cacica en el centro de Kankintú. Seguían con atención la transmisión de los resultados en la página web del TE.
A esa hora, los resultados eran estrechos. Era un duro mano a mano entre Cruz y Montezuma. Pero, cuenta Beker que desde las 12 medianoche la distancia entre los dos empezó a crecer y el pueblo empezó a preparar la caravana para celebrar. Ayer en la tarde celebraban con música y comida.
Silvia Carrera, el trillo
“Esa mujer, no muy conocida en los avatares de la comarca, pero sí reconocida y apreciada en su natal Ño Kribo. De una trascendencia histórica muy fuerte. Es hija del histórico Mónico Cruz, uno de los grandes líderes del pueblo ngäbe-buglé, cuando no era comarca pero se luchaba por ella. Un hombre muy respetado. Fue cacique general. Reconocido. Hoy su hija gana las elecciones generales.
Es un hecho trascendental en una comarca tan machista, como la Ngäbe-Buglé. Silvia Carrera hizo el trillo. Fue la primera cacica electa en toda la historia. Y ahora el pueblo ngäbe-buglé vuelve a elegir a una mujer. Perdieron muchos hombres ante el voto silencioso de muchas mujeres y de hombres que votaron por ella”, aseguró un dirigente de la comarca que pidió omitir su nombre.
De hecho, en esta contienda las mujeres se destacaron. Si bien para el cargo de cacique general solo habían cuatro candidatas, el panorama fue distinto para los cargos de delegados al Congreso General, organismo que debe ratificar a los caciques el 7 de marzo próximo.
La comarca se puso de acuerdo para que existiera paridad al momento de armar las listas de candidatos para los 384 delegados que se escogían: 50% mujeres y 50% hombres. De hecho, en los centros de votación se notó la masiva participación de las mujeres.
La región electoral de Ño Kribo también escogió a otra mujer para el cargo de cacica regional: Myrna Banard Brown.
Este conocedor de la vida de la comarca tiene un análisis puntual de los participantes en la contienda. “16 candidatos, entre esos, Silvia Carrera que buscaba la reelección, candidatos históricos como el señor (Ricardo) Carpintero, y como Alberto Montezuma. De líderes fogosos como Adelaida Miranda, de controvertidos como Rogelio Mecele Moreno, combativos como Rogelio Montezuma”, afirma.
Para él, el gran triunfo del pasado domingo es el hecho de que se haya celebrado la elección, pues así podrán solucionar el problema de gobernabilidad que tenía la comarca desde hace varios años.
Desafíos
La comarca Ngäbe-Buglé, donde viven unos 213 mil habitantes, tiene grandes desafíos. Definir por ejemplo, qué va a pasar con la cuarta línea de transmisión eléctrica, un proyecto de la Etesa, que pasaría 107 kilómetros justamente por la región de Ño Kribo, Bocas del Toro, la región de la nueva cacica.
Además, debe lidiar con otros temas vitales para la zona como el acceso a la salud, a la educación, la migración laboral, e incluso la proliferación de sectas, fenómeno que ocasionó la tragedia de El Terrón.

