El uso de las pistolas eléctricas Taser se encuentra bajo la lupa.
Apenas 15 días después de haber sido entregadas a agentes de los estamentos de seguridad, una investigación está en curso, porque, presuntamente, una de estas pistolas provocó la muerte de un hombre el pasado jueves 30 de abril.
En efecto, la sección de atención primaria del Ministerio Público en San Miguelito abrió una investigación de oficio para esclarecer el fallecimiento de un hombre cuando era trasladado a la Policlínica Manuel María Valdés, luego de ser aprehendido por dos agentes de la Policía Nacional por alterar el orden público el pasado jueves.
Comunicado Policía Nacional
“Tras ser ‘neutralizada’, la persona fue llevada a la subestación policial en condición estable y dos horas después se descompensó; fue llevada a la policlínica y allí determinaron que había muerto”.
Según el reporte policial, el hecho ocurrió en horas de la tarde en la comunidad de Samaria, distrito de San Miguelito. El hombre fue “neutralizado” mediante el uso de descargas de una pistola eléctrica.
Además, en el reporte se señaló que la persona fue trasladada a la instalación médica y cuando llegaron, un médico observó al hombre e indicó que no lo bajaran de la patrulla, ya que no tenía signos vitales.
En el reporte policial también se detalla que el hombre no portaba documentos personales y que las agentes de Samaria tampoco tienen ningún dato sobre este.
La Policía emitió un comunicado, en el que precisó que, tras ser “neutralizada”, la persona fue llevada a la subestación policial en condición estable y dos horas después se descompensó, por lo que fue trasladada a la policlínica y allí determinaron que había muerto.
El director del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, José Vicente Pachar, informó a este medio que ayer recibieron el cadáver de la víctima, el cual será sometido a la correspondiente necropsia de ley durante este fin de semana. Posteriormente, se entregará el resultado al Ministerio Público.
La pistola
El Taser es un dispositivo de inmovilización neuromuscular a través de una descarga eléctrica de 50 mil voltios, que paraliza a quienes en un momento dado se resistan a la acción policial.
Andreu Soler, distribuidor del Taser en España, explica sus características en un video en YouTube denominado “Así es la Taser, la pistola eléctrica de la Policía de Cataluña”.
“Lo que hace es generar impulsos que simulan los pulsos del cerebro. Entonces, los músculos interpretan que el cerebro les ordena que se pongan en tensión y, al ponerse en tensión, el agresor siempre cae”, dice.
Detalla que la Taser tiene una pila de 500 usos y 2 cartuchos de carga real con alcance 7.6 metros. Además, tiene un botón de warning (peligro) para dar un aviso al agresor que, de seguir con su actuar violento, podría recibir una descarga con el dispositivo.
Soler muestra en el video que el Taser puede tener un dispositivo de grabación para verificar el trabajo del policía y que está acorde con la ley, por lo que si el agente dispara, se activa una cámara con el consentimiento o no del policía para para grabar el acontecimiento.
El pasado 16 de abril, las autoridades de la Fuerza Pública hicieron entrega de las pistolas eléctricas a sus agentes, pero no han dado a conocer detalles sobre cuántas distribuyeron ni su costo.
De acuerdo con Jaime Abad, exjefe de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ), la ley orgánica de la Policía Nacional fue reglamentada por decreto ejecutivo para establecer las pautas del uso letal de la fuerza, entendiendo que el arma de fuego es el último recurso del que dispone un agente para enfrentar un hecho y siempre que esté en juego su vida.
Según Abad, las pistolas Taser entran en la categoría de las armas de fuego y, aunque en el decreto ejecutivo no se les cita explícitamente, el documento estipula que cualquier otro instrumento de uso tecnológico o de reducción de fuerza letal también podría ser incorporado en dicho reglamento.
El exfuncionario confirmó que varios países han establecido limitaciones en el uso de la pistola Taser, pues, según explicó, “cuando un compañero de la fuerza pública tiene la necesidad de someter a una persona, desconoce cuál es su estado cardíaco o cardiopulmonar. Entonces, después pueden venir situaciones que involucren estados de coma, alteración severa e incluso resultado de muerte”.
Detalló que dichas limitaciones han sido establecidas en algunos estados de Estados Unidos y en países europeos, orientadas, básicamente, a evitar el uso de la pistola eléctrica cuando la persona a ser sometida tenga más de 40 años –edad que debe ser calculada por el agente en función de su experiencia en las calles–, “porque el ser humano normalmente desarrolla problemas cardíacos y de respiración a esa edad, aunque eso no es garantía, porque hoy muchos jóvenes que también tienen problemas cardíacos”.
De acuerdo con su criterio, no existe comparación entre el uso de un arma de fuego y de una pistola Taser, porque la primera es “mucho más letal y mortal”.
Otro aspecto que manifestó Abad es que estas pistolas eléctricas son recargables y muchos agentes piensan que pueden patrullar un día o una semana con ellas y cuando las usan están defectuosas o perdieron la carga. “Todos esos elementos se tienen que tomar en cuenta en una investigación”, dijo.
En 2010 y 2011, el Servicio de Protección Institucional y el Municipio de Panamá introdujeron un lote de pistolas Taser para el uso de sus funcionarios destacados en labores de patrullaje en la ciudad de Panamá.
En el año 2014, el Ministerio Público investigó la muerte de un ciudadano dominicano tras recibir una descarga de una pistola Taser de un agente del Municipio de Panamá.



