El proyecto se llamó One Laptop per Child (OLPC) y buscaba que cada niño, sobre todo de los países pobres, tuviera acceso a una computadora portátil (laptop).
Este proyecto tuvo su auge a mediados de la pasada década, promovido por Nicholas Negroponte, líder académico del Instituto Tecnológico de Massachusetts. El auge tecnológico había provocado que la brecha entre el desarrollo y el subdesarrollo estuviera marcada ahora por el llamado “alfabetismo tecnológico”. En el mundo futuro, cualquier posibilidad de desarrollo para un individuo o una nación dependería de su dominio de la tecnología. En aquellos años, el acceso a las computadoras seguía siendo un privilegio de los países industrializados. A través de OLPC se buscaba cerrar esa brecha, con tecnologías accesibles a los más pobres. Las laptops que usarían los estudiantes panameños serían parte de este proyecto, pero la iniciativa no prosperó.