Joe Biden asumirá como el 46º presidente de Estados Unidos hoy, en Washington, una jornada histórica con un protocolo estricto, que tendrá su punto alto al mediodía, cuando jure en el Capitolio.
El presidente electo, de 78 años, y su esposa Jill pasaron la noche del martes en la Blair House, la residencia oficial para los invitados extranjeros del presidente de Estados Unidos, situada frente a la Casa Blanca en los alrededores de la plaza Lafayette.
En la mañana de hoy, Biden asistirá a una misa en la catedral de San Mateo, patrono de los funcionarios, en Washington.
Católico practicante, el mandatario electo invitó a los líderes del Congreso a que lo acompañen. Así que estarán la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, el líder demócrata del Senado Chuck Schumer, y los líderes republicanos de ambas cámaras, Kevin McCarthy y Mitch McConnell.
Esta misa “es una parte importante del respeto a la tradición”, explicó a la cadena CNN el senador Chris Coons, cercano a Biden.
El presidente electo llegará en caravana al Capitolio para la ceremonia de investidura, en un escenario montado frente a la vasta explanada del National Mall.
La estrella pop Lady Gaga entonará el himno nacional y su colega Jennifer Lopez brindará un “espectáculo musical”.
Biden y su vicepresidenta Kamala Harris jurarán sus cargos y luego el ya presidente ofrecerá su discurso inaugural, en el que expresará su visión para “vencer la pandemia, reconstruir, unificar y sanar la nación”, de acuerdo al comité organizador.
A primera hora de la tarde, Biden viajará al Cementerio Nacional de Arlington, no muy lejos del Capitolio, para depositar una ofrenda floral en la tumba del Soldado Desconocido, junto con los expresidentes Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton y sus esposas. Regresará en caravana hacia la Casa Blanca.
El convoy debe detenerse a unas decenas de metros de la Casa Blanca para que Biden ingrese a pie, rodeado de una escolta militar.
Se espera que poco después firme sus primeros decretos presidenciales.
Biden y Harris se dirigirán a la nación durante un programa especial de televisión que será presentado por el actor Tom Hanks y transmitido en los principales canales estadounidenses a partir de las 8:30 p.m. locales.
Titulado “Para Celebrar Estados Unidos”, contará con muchos invitados musicales como Jon Bon Jovi, Foo Fighters, John Legend, Demi Lovato, Bruce Springsteen, Justin Timberlake y Luis Fonsi, entre otros.
48 horas antes
Dos días antes de ser investido, Biden impulsó el lunes la unidad nacional con tareas de voluntariado, mientras el saliente Donald Trump seguía atrincherado en la Casa Blanca en una capital repleta de tropas y barreras de seguridad.
En el Día de Martin Luther King Jr., un feriado que los estadounidenses dedican tradicionalmente al servicio comunitario, el futuro presidente demócrata participó en la distribución de alimentos para una organización benéfica en Filadelfia.
“El servicio es una forma adecuada de comenzar a sanar, unir y reconstruir este país que amamos”, dijo Biden en un video en Twitter. Pero este gesto del demócrata de 78 años, que simboliza sus pedidos de reconciliación tras cuatro años de polarización política, se enfrenta a la dura realidad de múltiples crisis. La pandemia de la Covid-19 golpea sin tregua a los estadounidenses, la distribución de vacunas trastabilla y la recuperación económica sigue incierta. Y tras el rechazo de Trump de aceptar su derrota electoral en noviembre, la nación está más dividida y crispada que nunca.
Washington sigue conmocionada por el asalto al Capitolio el 6 de enero, cuando simpatizantes de Trump invadieron la sede del Congreso en un intento de invalidar la victoria de Biden. La toma dejó cinco muertos y provocó la segunda acusación de Trump por parte de la Cámara de Representantes, esta vez por “incitar a la insurrección”, luego de ser absuelto por el Senado de otro proceso de juicio político el año pasado.
Cuando Biden preste juramento hoy, hasta 25 mil efectivos de la Guardia Nacional patrullarán la ciudad. La enorme explanada del National Mall, donde los estadounidenses suelen acudir en masa para asistir a la ceremonia cada cuatro años, también estará cerrada. Los puestos de control y las zonas de acceso bloqueado significan que habrá unos pocos invitados.
Medidas similares se implementaron en los Capitolios estatales de todo el país, donde las autoridades locales temen provocaciones de grupos de derecha.
Un ensayo de la ceremonia de investidura debió ser interrumpido el lunes por una “amenaza externa”, informó la Policía, aunque luego dijo que había sido una falsa alarma.
