El presidente de Estados Unidos (EU) Joe Biden habló ayer con su par ucraniano Volodimir Zelenski sobre la concentración de fuerzas rusas en la frontera con Ucrania y acordaron en insistir con la “diplomacia y la disuasión”, según un comunicado de la Casa Blanca. La charla telefónica entre los mandatarios fue de unos 50 minutos.
Con el creciente temor de Occidente a una inminente invasión rusa a su vecino, la Casa Blanca añadió que Biden “dejó en claro que Estados Unidos responderá rápida y decisivamente, junto con sus aliados y socios, a cualquier agresión de Rusia a Ucrania”.
EU y sus aliados han advertido de que Rusia ha desplazado unas 130 mil tropas a sus fronteras con Ucrania.
Ayer, altos funcionarios estadounidenses transmitieron un sombrío panorama. El Asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, dijo que la invasión rusa a Ucrania puede ocurrir “tan pronto como esta semana” y probablemente comenzará “con fuertes ataques con misiles y bombardeos”.
El sábado Biden mantuvo una conversación telefónica de una hora con el presidente ruso Vladimir Putin pero aparentemente sin que ese contacto sirviera para reducir las tensiones.
El portavoz del Pentágono John Kirby dijo que “ciertamente no fue una señal de que las cosas se muevan en la dirección correcta”.
Alemania reacciona
También se refirió al tema este domingo el jefe del Estado alemán, al señalar sin ambages la “responsabilidad” de Rusia en el riesgo de que estalle una “guerra” en Europa a raíz de la situación en Ucrania, al intentar aclarar la posición de su país, a veces acusado de ser complaciente con Moscú.
“Lanzo un llamado al presidente Putin: ¡afloje la soga del cuello de Ucrania! ¡Y busque con nosotros la manera de preservar la paz en Europa!”, exclamó Frank-Walter Steinmeier.
El jefe de Estado hizo estas declaraciones coincidiendo con su reelección en el cargo, la víspera de que el jefe de gobierno, Olaf Scholz, viaje a Kiev y a Moscú. El canciller ha advertido que las sanciones occidentales serán “inmediatas” si Rusia se decide a invadir Ucrania.
En Alemania, el cargo de presidente es principalmente protocolario, pero el que su titular, una figura muy respetada, haga estas declaraciones no es baladí.
“Hay un riesgo de un conflicto militar, una guerra en el este de Europa y Rusia tiene la responsabilidad de eso”, declaró Steinmeier tras su reelección por cinco años.
Consiguió mil 45 votos de los mil 45 depositados, apoyado por todos los grandes partidos de centroizquierda y centroderecha.
Rusia cuestiona decisión de la OSCE
Rusia se mostró preocupada por la decisión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) de ‘relocalizar’ a parte de su personal basado en Ucrania. La portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajarova, acusó a esta misión de seguir ‘la psicosis militar fomentada por Washington’ y de ser utilizada ‘como una herramienta para una posible provocación’.
Aludiendo a un “alejamiento” creciente de Rusia respecto a Europa, Steinmeier, quien estuvo al frente de la diplomacia alemana durante años, reclamó firmeza ante Moscú.
“Como podemos constatarlo, la paz no puede darse por descontado, siempre se tiene que actuar para preservarla, en el diálogo, pero cuando es necesario se tienen que decir las cosas claras, mostrando disuasión y determinación”, dijo, entre aplausos.
Mientras, el embajador ucraniano en Berlín, Anrij Melnyk, dijo que “ya es hora de que Alemania se quite sus gafas rusas en [...] su política respecto a Ucrania, pues le nublan la visión”, durante una entrevista con la radio pública alemana.
Y, en la misma línea que el jefe del Estado, Olaf Scholz también se mostró firme ayer, antes de viajar a Kiev, el lunes, y a Moscú el martes.
“En caso de agresión militar contra Ucrania, que pondría en peligro su soberanía y su integridad territorial, esto conduciría a sanciones duras, que hemos preparado cuidadosamente y que podremos aplicar inmediatamente con nuestros aliados en Europa y en la OTAN”, declaró Scholz ante la prensa.
En un indicio de la creciente inquietud de Berlín respecto a la situación en Ucrania, una fuente gubernamental alemana reconoció que “[la] preocupación [del gobierno] ha aumentado” en relación a una eventual invasión.
“Creemos que la situación es crítica, muy peligrosa”, subrayó la fuente, que pidió el anonimato, en alusión a las advertencias lanzadas por Estados Unidos.
“Muchos elementos apuntan, de forma muy preocupante, en la dirección” de los temores actuales, añadió.
Pese a todo, Alemania continúa negándose a entregar armas “letales” a Ucrania, escudándose en una política instaurada tras la Segunda Guerra Mundial en el país, que prohíbe ese tipo de ventas en zonas de conflicto.


