El perredista Marcos Castillero se reelegirá como presidente de la Asamblea Nacional, pese a que no cumplió su promesa de mayor transparencia, rendición de cuentas y de reformar el reglamento interno del Legislativo.
Al menos así lo han manifestado algunos dirigentes de la sociedad civil y políticos que rechazan su reelección. Sin embargo, sus copartidarios y un grupo de diputados de oposición acordaron que regirá los destinos de la Asamblea en la próxima legislatura, que se inicia este 1 de julio.
Olga De Obaldía, de la Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana, recordó que bajo su Presidencia no se ha avanzado en nada en la agenda de temas de transparencia y anticorrupción.
Mientras que su colega Juan Diego Vásquez, jefe de la bancada independiente, catalogó la gestión de Castillero de “opaca, irrespetuosa del reglamento y distanciada del clamor popular”.
Por su parte, Cristian Ábrego, de Conciencia Ciudadana, manifestó que no se discutió ni un solo proyecto anticorrupción. Castillero nunca hizo publicas las planillas de los diputados en la web de la Asamblea, tampoco fue transparente con la información relacionada con los viajes de los diputados y durante su periodo incrementó la planilla en 132%. La planilla 172 (servicios profesionales) pasó de $813 mil en 2019 a poco más de $5 millones en marzo de 2020.
