Múltiples voces repudiaron ayer las palabras de Maribel Coco, defensora del Pueblo encargada, quien en el Knockout que publicó La Prensa el domingo 1 de marzo, dejó al descubierto la introducción de la política en la entidad, el posible tráfico de influencias, favoritismo con un expresidente de la República, y hasta la poca o nula gestión en el cargo.
“Que bajo nivel y mediocridad inconcebible para semejante cargo”, aseguró en su cuenta de Twitter Sonia Montenegro, del Centro de Incidencia Ambiental.
Mientras que Janelle Archibold Delgado, del Movimiento Independiente, aseguró: “¡Terrible! La funcionaria pidió renuncias, hay amiguismo, nombramientos políticos, casi nada de ejecución (por no decir nula), etc., etc., etc. Ahh pero ella dice que merecemos que siga ahí”.
En la entrevista, Coco, quien asumió el puesto en octubre de 2019, luego de que la Asamblea Nacional destituyera a Alfredo Castillero Hoyos, en medio de un proceso por supuesto acoso laboral y sexual en la institución, admitió que la hija de la exministra Alma Cortés, y hermana de la diputada Zulay Rodríguez; había sido nombrada en la institución porque “Alma” es “su amiga” desde hace más de 30 años. También reveló que contrató a Vielka Valentine, quien fue condenada en 2015 a 40 meses de cárcel por falsificación de documentos y corrupción de servidores, porque le llegó su hoja de vida. Pero, que no supo de sus cuentas con la justicia hasta entonces. “No la puedo destituir. Ella quiere terminar su cuota para jubilarse...”, afirmó.
Admitió haber atendido al expresidente Ricardo Martinelli en su carro. Él la fue a visitar pero no entró a la oficina, sino que ella fue hasta su carro. También piensa que al exmandatario, quien fue declarado no cupable en un proceso en el que se le acusó de espionaje político, se le violaron sus derechos cuando estuvo preso en la cárcel.
“En efecto, como a muy pocos ciudadanos parece importarle que Panamá tenga instituciones de pacotilla la señora ha dado en el clavo : la merecemos...”, escribió Horacio Icaza en su cuenta de Twitter.
La funcionaria también admitió que su hijo trabaja en la bancada del oficialista Partido Revolucionario Democrático (PRD), agrupación a la que ella renunció 15 días antes de asumir el puesto.
Su esposo, de acuerdo con lo que contestó, es médico en el Órgano Legislativo desde hace 12 años. Reiteró su amistad de 30 años con el diputado y presidente del PRD, Benicio Robinson, y no se acordó cuantos casos de feminicidio van hasta la fecha.
“No conozco a la señora Coco, pero considero sus declaraciones como una falta de respeto hacia los panameños. ¡La sociedad No merece que usted siga!, aseguró por su lado José Luis Prosperi.

