Todos los candidatos en el fragor de la campaña presidencial de Estados Unidos (EU) hablan sobre sus metas para los primeros 100 días de gobierno y Joe Biden lo hizo durante meses.
El ahora presidente electo aseguró que su presidencia cambiaría el curso del país.
“Tendremos la enorme tarea de reparar el daño que él ha hecho”, dijo recientemente sobre Donald Trump.
A continuación una mirada a sus promesas.
Biden dijo que inmediatamente pondrá en marcha una estrategia nacional para “adelantarse” al virus y acabar con la crisis provocada por la pandemia.
Su plan incluiría la orden de usar mascarillas en todo el país y de ampliar las pruebas diagnósticas gratuitas, impulsando la producción estadounidense de equipamiento médico y haciendo que cualquier futura vacuna “sea gratis para todos, tengan o no seguro” de salud.
Además, aseguró que mantendría en el equipo de la Casa Blanca al inmunólogo Anthony Fauci.
También dijo que quiere “quitar el bozal a nuestros expertos” y cancelar el proceso para retirar a EU de la Organización Mundial de la Salud, que Trump comenzó.
Reabrir efectivamente la economía será otra prioridad inmediata, según Biden. Dijo que pedirá al Congreso acordar un enorme paquete de estímulo para enfrentar los efectos de la pandemia y ayudar a las familias que más están sufriendo, así como a los golpeados pequeños negocios.
En julio, Biden reveló su estrategia “Vuelve a Construir Mejor”, un plan de $700 mil millones para crear millones de trabajos. El financiamiento vendría del cobro de mayores impuestos a los estadounidenses más ricos y a las grandes corporaciones. También dijo que invertiría grandes cantidades en el sector de energías renovables.
Sobre el combate al cambio climático en un país golpeado por un creciente número de huracanes e incendios forestales, expresó: “La primera cosa que haré será volver al Acuerdo de París”, que Trump abandonó en 2017, pero cuya salida se formalizó el pasado miércoles. “Con nosotros afuera, miren lo que está pasando. Todo se está desmoronando”, remarcó.
También afirmó que organizaría una cumbre de los principales contaminadores del mundo para “persuadirles” de llegar a compromisos más ambiciosos para reducir las emisiones de carbono.
Biden tiene un plan de $2 billones contra el cambio climático, que incluye una “revolución de energía limpia”. También prometió revertir rápidamente varios retrocesos decididos por Trump respecto a regulaciones sobre estándares ambientales.
Además, prometió nombrar una comisión bipartidista que tendría 180 días para estudiar el sistema judicial y proponer reformas.
Biden, quien fue autor de numerosos proyectos contra el crimen cuando fue senador, también está llamando a reformar la justicia criminal. Sus planes incluyen crear un programa de subsidios que motive a los estados a reducir el encarcelamiento y el crimen, asegurando vivienda para exconvictos y estrategias para reducir la reincidencia.
Y prometió un paquete de reformas migratorias: crear una fuerza de tarea federal para reunir a más de 500 niños que fueron separados de sus padres en la frontera con México; revertir las prohibiciones de viaje que impiden que nacionales de varios países de mayoría musulmana ingresen a EU, y enviar al Congreso un plan con un camino a la ciudadanía para más de 11 millones de personas indocumentadas. También se mostró favorable a permitir que unos 700 mil jóvenes conocidos como dreamers puedan quedarse legalmente en el país y obtener la nacionalidad.

