Tras una serie de experimentos en condiciones controladas de laboratorio, utilizando Plasmodium vivax, uno de los parásitos causantes de la malaria, científicos del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, liderados por Nicanor Obaldía III, especialista en Inmunología y Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Salud Pública de Harvard, identificaron que los lípidos (grasas) en combinación con suero humano y una forma estabilizada del aminoácido L-Glutamina suplementados al medio de cultivo, lograron aumentar la sobrevivencia del parásito en pruebas in vitro.
Obaldía explicó que en el estudio se utilizó una técnica hasta ahora no reportada de cultivar parásitos retenidos por filtros especiales, que demostró que la adición de un concentrado de lípidos (grasas) químicamente definidos al cultivo, aumentó la sobrevivencia de los parásitos in vitro a las 48 horas, comparados con aquellos que no recibieron el suplemento.
“Es importante este hallazgo, porque sabemos que el parásito logra metabolizar los lípidos y sus precursores obtenidos de la sangre, y bloquear su metabolismo con drogas selectivas antimaláricas sería un avance importante en el tratamiento de la enfermedad”, añadió.
El científico sostuvo que luego de numerosos intentos y algunos éxitos parciales, la ciencia aún no ha logrado mantener en cultivo in vitro continuo el parásito Plasmodium vivax, lo que no ha permitido el desarrollo de nuevos medicamentos, vacunas y pruebas diagnósticas para su control y eliminación. Por ende, determinar los requerimientos nutricionales del parásito es fundamental para su mantenimiento en el laboratorio, sin la intervención de un donante.
El estudio, publicado el pasado 6 de agosto en la revista científica británica Malaria Journal, comenzó a desarrollarse en 2014 y finalizó en 2018, para luego realizar el análisis de los datos obtenidos y su posterior publicación.
En Panamá, la malaria se encuentra en una fase de pre-eliminación, donde anualmente se presentan aproximadamente mil casos de la enfermedad, la mayoría ocasionadas por el Plasmodium vivax autóctono y otros por Plasmodium falciparum importado. Esta, que afecta en su mayoría a pobladores de áreas rurales y comarcas, se encuentra bajo control en zonas urbanas.
Los informes de Epidemiología del Ministerio de Salud (Minsa) detallan que las cuatro zonas endémicas del país son: Guna Yala, Panamá Este, Darién y la comarca Ngäbe Buglé, donde circulan el Plasmodium vivax y el Plasmodium falciparum.
El último informe epidemiológico sobre el tema publicado en la página web del Minsa es de la semana del 26 de enero al 1 de febrero, y en él se reportaron 12 casos de malaria. En esa semana se registraban 287 casos acumulados.

