Luego de cuestionamientos por oenegés como el Centro de Incidencia Ambiental y la Alianza para la Conservación y el Desarrollo, el Gobierno identificó una nueva opción para ubicar a 100 familias damnificadas de Bambito, en Tierras Altas, provincia de Chiriquí.
Inicialmente había un terreno de ocho hectáreas, en parte ubicado dentro del área protegida del Parque Nacional Volcán Barú, lo que generó las críticas de los ambientalistas.
No obstante, el ministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Rogelio Paredes, dio a conocer una segunda opción, la cual se trata de un terreno con igual extensión, fuera del área protegida, y certificado por el Ministerio de Ambiente.
De hecho, el funcionario explicó durante una reunión con residentes de Tierras Altas afectados por el huracán Eta que parte de la documentación de este segundo terreno ya está en Ventanilla Única de la entidad. “Una vez validado para la segregación, lo que corresponde es que se haga lo que se exige por ley, como los avalúos por parte de la Contraloría General de la República y el Ministerio de Economía y Finanzas”, agregó.
Susana Serracín, parte de la Alianza para la Conservación y el Desarrollo, dijo que ven con beneplácito que se haya encontrado una respuesta para esta población, sin afectar la reserva.
Subrayó que si no hubiera sido por el llamado de alerta temprana y la presión de los grupos ambientalistas, las autoridades hubieran tomado una decisión totalmente desacertada. “Necesitamos seguir inculcando una cultura ambiental en nuestra sociedad para resguardar nuestra calidad de vida a presente y futuro”, acotó.

