El fin del uso de la mascarilla en exteriores o interiores es el próximo paso que debe ser discutido —con cautela— por las autoridades y asesores del Ministerio de Salud (Minsa), plantean científicos consultados sobre el tema.
El escenario epidemiológico del país es favorable, gracias a la mejora de los indicadores de la Covid-19, ya que, como parte del plan de vacunación, el 75.5% de la población tiene dos dosis; más del 85%, una dosis, y el 44.1% de la población, a partir de los 16 años, tiene incluso dosis de refuerzo
A criterio de Eduardo Ortega Barría, asesor en vacunas del Minsa y secretario nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, todavía es recomendable mantener la mascarilla, en oficinas, hospitales, transporte público y escuelas oficiales y particulares.
Fin de la mascarilla, el debate que se abre paso con cautela
Desde el inicio de la pandemia, la mascarilla fue considerada uno de los elementos básicos de protección contra la enfermedad Covid-19. Después de dos años, países europeos como Francia, Dinamarca y Suecia, entre otros, han comenzando a desaconsejar su uso en espacios abiertos y cerrados.
En Panamá, el fin del uso de la mascarilla en espacios abiertos o cerrados es una discusión pendiente por parte de las autoridades y asesores del Minsa y uno de los anuncios más esperados por la sociedad.
El escenario epidemiológico es favorable en este momento, gracias a la mejora de los indicadores de la enfermedad y a que, como parte del plan de vacunación, el 75.5% de la población tiene dos dosis, más del 85% una dosis y el 44.1% de la población, a partir de los 16 años tiene, incluso, dosis de refuerzo.
Los datos epidemiológicos del Minsa muestran que en las últimas siete semanas el país ha experimentado un significativo descenso de casos y las autoridades sanitarias destacan que se está saliendo de la cuarta ola.
En la última semana, del 6 al 12 de marzo, se registraron mil 974 casos de la Covid-19, unos 608 contagios menos que durante la semana anterior (27 de febrero al 5 de marzo), cuando se reportaron 2 mil 582 casos.
Consideraciones
Científicos panameños consultados sobre la eliminación de la mascarilla en espacios abiertos y cerrados plantean, cautelosamente, consideraciones que deben ser tomadas en cuenta por las autoridades de salud.
Eduardo Ortega Barría, asesor en vacunas del Minsa y secretario nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, manifestó que hay que comenzar a discutir la flexibilización del uso de la mascarilla y cómo sería el mundo exterior sin ella, pues la curva epidémica está en una fase positiva.
De acuerdo con su criterio, todavía es recomendable mantener el uso de la mascarilla, entre otros espacios, en oficinas, hospitales, transporte público y escuelas oficiales y particulares; estas últimas porque es la primera vez en dos años que reciben una asistencia completa de estudiantes y es recomendable observar el proceso epidemiológico.
Indicadores epidemiológicos
En la semana epidemiológica del 6 al 12 de marzo se registraron en el país mil 974 casos de la Covid-19, unos 608 contagios menos que la semana anterior, del 27 de febrero al 5 de marzo.
La positividad fue de 4.86% y la semana anterior fue de 6.64%, según datos del Minsa.
De hecho, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos aún recomiendan que las personas usen mascarillas en áreas de alta transmisión del virus y en las escuelas, independientemente del estado de vacunación.
Por su parte, Paulino Vigil De Gracia, investigador distinguido del Sistema Nacional de Investigación de la Secretaría Nacional de Innovación (Senacyt), recomendó eliminar el uso de la mascarilla en exteriores, como parques, calles, estadios, centros comerciales, tiendas abiertas, jardines de bailes con ventilación o abiertos, discotecas abiertas, restaurantes abiertos o con gran ventilación.
El investigador coincidió con Ortega Barría en mantener la mascarilla en espacios interiores, como oficinas, escuelas, hospitales y transporte público y, además, añadió las salas de conferencias cerradas.
Para Vigil De Gracia, el riesgo de eliminar el uso de la mascarilla en el país en este momento es mínimo, pero esa medida debe ser voluntaria y en áreas abiertas.
No obstante, consideró que si en el país inicia una nueva ola de casos, se debe retomar su utilización obligatoria en todos lados.
Cinco criterios
Jorge Luis Prosperi, especialista en salud pública y miembro del Consejo Consultivo de Salud, explicó que hay cinco criterios que se deben tomar en cuenta para dejar la mascarilla en interiores.
Por ejemplo, cuando hay una baja transmisión del virus; disponibilidad hospitalaria y terapias para la Covid-19 fáciles de obtener; compañeros completamente vacunados; bajo riesgo de Covid-19 grave; cuando el personal está espaciado adecuadamente y la ventilación interior es la adecuada.
Añadió que las personas que tienen un alto riesgo de enfermarse gravemente de Covid-19 deben seguir usando mascarillas en la oficina, incluso cuando sus colegas estén vacunados y las tasas de transmisión sean bajas.
Recientemente, el infectólogo, pediatra e investigador clínico Xavier Sáez-Llorens opinó que, superada la cuarta ola de infecciones causada por la variante Ómicron –sublinajes BA.2 y BA.2–, así como el potencial impacto del Carnaval y el 5% de pruebas positivas de manera sostenida, el Minsa debe iniciar la planeación estratégica para “gripalizar” la pandemia, guardando las proporciones biológicas entre ambos virus (influenza y SARS-CoV-2).
A su juicio, también se debe flexibilizar gradualmente el uso de la mascarilla, desde actividades en exteriores al principio hasta las de interiores posteriormente, cuidando siempre a los grupos de mayor riesgo a desarrollar Covid-19 grave.
Según los expertos, es muy posible que la mascarilla se quede, sobre todo cuando la población vaya a instalaciones de salud o utilice el transporte público. Y si la persona está resfriada, tendrá que usarlas para no contagiar en el trabajo o cuando se mueva en transportes públicos con mucha gente. Es decir, ya no será extraño verlas.
