Los nueve designados a magistrados principales y suplentes de la Corte Suprema de Justicia manifestaron ayer que actuarán con independencia de criterio y sin caer en ningún tipo de presiones, como lo han venido haciendo a lo largo de su carrera.
Fue la Comisión de Credenciales de la Asamblea Nacional el lugar donde los magistrados, que fueron designados por el Consejo de Gabinete, liderado por el presidente Laurentino Cortizo, emitieron sus primeras palabras tras ser designados la semana pasada.
Hubo cuestionamientos por parte de ciudadanos que expusieron sus observaciones de forma presencial, lo que provocó que algunos de los magistrados utilizaran su tiempo de 15 minutos en el uso de la palabra para defenderse.
Este fue el caso de Ricardo Fuller, quien objetó la designación de María Eugenia López como magistrada, asegurando que no podía ocupar el cargo por falta de ética, debido a que pertenecía a sociedades anónimas siendo funcionaria del Órgano Judicial.
No obstante las observaciones, los nueve diputados de la Comisión avalaron todas las designaciones y recomendaron al pleno su ratificación.
‘Amar la justicia’
La primera designada en hacer uso de la palabra fue Maribel Cornejo, quien reemplazaría a Harry Día en la Sala Segunda de lo Penal de la Corte. Expresó que desde niña empezó a cultivar el amor por la justicia. “Han sido 22 años como servidora judicial y 11 años a título privado, tengo los dos roles de la administración. No es lo mismo estudiar un código, que irse a la calle a recabar información, investigar y preparar un proyecto”, dijo.
Destacó que para ella el tema de liderazgo y ética son fundamentales. “Tenemos que dar el ejemplo desde la cabeza y yo propongo que trabajemos en la cultura judicial desde la Corte hasta el juzgado más remoto del país”.
También resaltó la necesidad de recuperar la imagen de la justicia. “Nos corresponde mejorar la imagen de la Corte. Y eso se adquiere desde adentro, fomentando el amor a la justicia, y desde fuera, fomentando el respeto a la justicia. A la justicia tenemos que amarla y respetarla”, señaló, en lo que pareció una alusión al juramento a la bandera panameña.
‘Soy una mujer de ética’
Continuó en el uso de la palabra María Eugenia López, quien reemplazaría a Jerónimo Mejía en la Sala Segunda de lo Penal.
López ponderó sus 29 años de experiencia y se defendió de las acusaciones de Fuller por supuestas faltas éticas. Dijo que las sociedades anónimas en las que aparecía, en efecto, las abrió su madre en 1984 , pero estaban inactivas. “Si el Registro Público no hizo lo que le correspondía no es responsabilidad de María Eugenia López”, alegó.
Aseguró que es una mujer ética, incorruptible y que no se deja amedrentar. Asimismo, que a lo largo de su carrera ha aplicado la ley, lo que le ha “permitido dormir en paz con mi conciencia”.
Ante cada intervención de los designados los aplausos se escuchaban en la sala. Y es que en el recinto había familiares y compañeros de trabajo de los designados, así como diputados de las diferentes bancadas que no pertenecían a Credenciales.
Impulsor de derechos
En tanto, Carlos Alberto Vásquez, quien sustituiría a Abel Zamorano en la Sala Contencioso Administrativo y Laboral, aseguró que desde muy pequeño supo que el derecho era su vocación. “He dedicado más de tres décadas de mi vida a fundamentar el Estado de derecho. Soy un firme impulsor de los derechos humanos, creo en el control de la convencionalidad”.
Los suplentes
Los magistrados suplentes propuestos también hicieron uso de la palabra. Algunos aseguraron estar sorprendidos con su designación e indicaron que esperan seguir aportando su experiencia como funcionarios del Órgano Judicial. Y es que, a diferencia de los magistrados principales, los suplentes deben ser funcionarios de carrera.
Se trata de Otilda Vergara de Valderrama, Juan Francisco Castillo y José Agustín Delgado como magistrados suplentes de Cornejo, López y Vásquez, respectivamente.
Y de Rafael Murgas Torraza, Carmen De Gracia y Miguel Espino, suplentes de los magistrados Cecilio Cedalise, Ángela Russo y Olmedo Arrocha, respectivamente.
Por ejemplo, Otilda Vergara manifestó que está orgullosa de trabajar en el Órgano Judicial y recordó su infancia campestre en Paritilla, en la provincia de Los Santos. Mientras que Juan Francisco Castillo dijo que “voy a seguir haciendo lo que he hecho siempre con tesón [...] a las críticas se responde con trabajo. Ojalá los magistrados nos den la oportunidad de apoyarlos”.