Nueve de los últimos crímenes registrados en la calles de la ciudad de Panamá están directamente relacionados con víctimas vinculadas con actividades ilícitas y graves, que van desde homicidio hasta narcotráfico.
De acuerdo con datos policiales las víctimas tenían relación con estructuras criminales que operan en los barrios de El Chorrillo, Panamá Viejo y San Miguelito que se disputan el control de la droga en el área metropolitana y Panamá Oeste.
Alexander Ricardo Arcia Vergara, asesinado el pasado 26 de agosto, en calle 70 San Francisco, a quien se le vincula a la pandilla Special Detroit, estuvo detenido por homicidio. Mientras que Ovidio Omar Castro (alias Tulip), asesinado el pasado 28 de agosto en Multiplaza, se le vincula a la pandilla de Los Chacales, en San Miguelito y fue investigado por homicidio.
Juan David Peláez Guzmán, muerto el 3 de septiembre en calle 65 San Francisco, había sido condenado por narcotráfico. Alexis Javier Hudson Varela, abatido el 4 septiembre en Vista Hermosa, fue investigado por homicidio.
En tanto, Luis Alberto Escoto, asesinado el pasado 8 de septiembre en San Antonio, fue investigado por robo y homicidio. Ese mismo día fue ultimado Hipólito Avilés Álvarez en San Carlos, quien fue investigado por drogas.
Luis Aaron Rose y Manuel Mayta Arrocha, el primero asesinado en Cerro Batea y segundo en El Chorrillo, son vinculados al pandillerismo.
Si bien las autoridades alegan que no hay inseguridad en el país porque se trata de retaliaciones entre el crimen organizado, no es menos cierto que los hechos ocurre en lugares frecuentados por miles de ciudadanos y en medio de robos a mano armada que impactan en la seguridad ciudadana.
