Las bibliotecas públicas, que por décadas han suministrado información y fomentado la cultura entre la sociedad panameña, están desapareciendo en el país.
Informes de la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, adscrita a la Fundación Biblioteca Nacional, dan cuenta de que cerraron o estar por cerrar más de 10 bibliotecas.
La coordinadora de esta red de bibliotecas, Olga Cuevas, subrayó que entre las instalaciones que atraviesan por este problema están las de Pedasí, Guararé, Santo Domingo y La Palma, en la provincia de Los Santos.
Además de la de Juan Demóstenes Arosemena (Nuevo Arraiján) y Capira, en la provincia de Panamá Oeste, y la de Los Pozos, en la provincia de Herrera.
Cuevas expresó que las causas de esta situación son: falta de personal o simplemente no tienen instalación propia, ya que la mayoría están en locales arrendados.
Por ejemplo, la falta de personal se repite en las cuatro bibliotecas de Los Santos, donde los trabajadores, jubilados, decidieron acogerse al Plan de Retiro Voluntario que implementó esta administración gubernamental.
Mientras que en lo que respecta a la falta de un lugar para funcionar se dio el caso en el corregimiento Juan Demóstenes Arosemena, del distrito de Arraiján, donde el club cívico que la albergaba solicitó el espacio.
OTROS CASOS
Aunque hay más casos. En el pasado dejaron de funcionar las de la provincia de Darién, también en Changuinola, en Bocas del Toro, San Francisco de la Montaña, en Veraguas, y Río Hato, en Coclé. Algunas de ellas con hasta dos décadas de desaparecidas.
A Cuevas le inquieta que esto ocurra, porque -plantea- las bibliotecas públicas deben ser, dentro de una comunidad, el centro de actividades como presentación de libros, recitales poéticos, desarrollo de talleres de creatividad literaria, entre otros eventos culturales.
Datos de la Fundación Biblioteca Nacional señalan que tienen 58 bibliotecas inscritas y establecidas en las 12 regiones educativas del país. Sin embargo, la anterior estadística contrasta con la del Ministerio de Educación, que contabiliza 65 de estas instalaciones en sus regiones educativas.
CUESTIONAN CIERRE
La presidenta de la Fundación Biblioteca Nacional, Rosa María Britton, cuestionó estos cierres y resaltó que en Panamá lo que más se necesitan son bibliotecas, tomando en cuenta la cantidad de fracasos escolares.
Según Britton, al Meduca le corresponde procurar que las bibliotecas públicas no cierren.
De hecho, explicó que como Fundación apoyan a las bibliotecas en su funcionamiento, pero en lo que corresponde al personal lo gestiona el Ministerio de Educación y las alcaldías.
En tanto, Ana Elena Porras, coordinadora del Movimiento por la Identidad Panameña, puntualizó que es “lamentable” el cierre de bibliotecas en Panamá, ya que es un país que necesita desarrollo cultural.
Porras dijo que la situación es más triste aún, porque se trata de instalaciones en lugares del interior de la república donde amerita la presencia de bibliotecas.
VERSIÓN OFICIAL
Cristian Sánchez, director de Recursos Humanos del Ministerio de Educación, entidad que junto con las autoridades municipales regulan el funcionamiento de estas instalaciones, sostuvo que lo más probable es que dentro de los 270 funcionarios que se acogieron al Plan de Retiro Voluntario en la entidad, existan trabajadores de las bibliotecas públicas.
No obstante, informó que en el pasado mes de octubre recibieron por parte de los miembros de la Fundación Biblioteca Nacional, una solicitud de nombramiento de personal para diferentes provincias del país.
El funcionario detalló que el listado es de unas 18 personas que se necesitan en las bibliotecas y a partir de este mes comenzarán con el proceso de selección para asignarlo a los lugares donde los requiere la Fundación Biblioteca Nacional.
Mientras, el director de Currículum y Tecnología del Meduca, José Antonio Frías, explicó que existe una Junta Técnica, conformada por personal del Meduca y la Fundación Biblioteca Nacional, a través de la cual se coordinan aspectos como los textos que se van a comprar y el mantenimiento.
Frías reconoció que uno de los problemas que los aqueja, en relación al funcionamiento de las bibliotecas, es que quienes las administran son personas jubiladas.
Igualmente, subrayó que en ocasiones las bibliotecas ocupan lugares arrendados, que luego son reclamados.
Meduca aporta a las bibliotecas inscritas en la Red Nacional de Bibliotecas Públicas $460 mil anuales. Aunque cada años las bibliotecas utilizan $1 millón para funcionamiento. Varios de esos fondos provienen de autogestión.
Bibliotecas escolares enfrentan varios desafíos
El Ministerio de Educación (Meduca) da cuenta de que en el país existen 286 bibliotecas escolares en las 12 regiones educativas.
No obstante, algunas funcionan como centro de depósitos de libros, lo que contradice el manifiesto de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), sobre que una biblioteca escolar es un lugar que “proporciona información e ideas al estudiante que son fundamentales para desenvolverse con éxito dentro de la sociedad”.
Según la Unesco, la biblioteca escolar debe brindar a los alumnos las competencias para aprender a lo largo de su vida, desarrollar su imaginación y propiciar el comportamiento responsable.
Sobre este tema, el viceministro de Educación, Carlos Staff, consideró que las bibliotecas escolares deben tener libre acceso para que los estudiantes se sientan “libres” de acudir a ellas y así aumentar los conocimientos que adquieren en las aulas de clases.
Staff señala que muchas veces para acceder a estos centros de lectura y aprendizaje se debe contar con un carné, que en ocasiones lo que hace es que limita a la población estudiantil. Para el viceministro este requisito se constituye en una “mala práctica” que en nada contribuye a fomentar su utilización.
Agregó que es deber de los directores de escuelas destinar los recursos para lograr que sean atractivas a la población estudiantil, aunque recomendó que con el avance de la tecnología se debe ir migrando de las bibliotecas convencionales a las plataformas de información.







