Bocas del Toro es una provincia para el romántico, el amante de la naturaleza y el aventurero.
Es un paraíso donde el bosque tropical se encuentra con el mar, perfecto para los mochileros, los surfistas, los viajeros independientes y los fanáticos de la naturaleza.
Surf, buceo, trekking, cualquiera que sea su propósito de viaje, debe incluir el avistamiento de aves que hacen del agua su entorno natural.
Si tiene la oportunidad de visitar Boca del Drago, pida un bote que lo lleve a la emblemática Isla Pájaros, un santuario de aves que está aproximadamente a 20 minutos en bote. Escuchará las canciones de muchos pájaros, como el rabijunco piquirrojo, que cohabita con fragatas, pelícanos, gaviotas y más.
El recorrido no estaría completo sin probar el cacao que producen las fincas bocatoreñas, considerado uno de los mejores del mundo. Miles de hectáreas son hábitat de plantas tropicales y animales silvestres.
No puede faltar el ritmo caribeño en la provincia. La música es un reflejo de su forma de ser, relajada y alegre como el calipso y el regué6.
La brisa marina, el sol del atardecer y la música de fondo es el escenario perfecto de un paraíso tropical a pocas horas de la ciudad.















