El empresario Stanley Motta, una de las víctimas del espionaje político perpetrado entre 2012 y 2014, concluyó ayer su testimonio en el juicio oral que se sigue al expresidente Ricardo Martinelli por este caso.
Motta identificó dos correos electrónicos que le fueron interceptados. Uno contenía detalles de una información que le daba el gerente de TVN, Luis Mouynes, en donde le informaba que el presentador Fernando Correa había renunciado para ir a NexTV, una de las empresas de comunicación que pertenece a Martinelli.
El segundo tenía detalles de una conversación con su primo Felipe Motta (fallecido en agosto pasado), quien le informaba sobre un nuevo impuesto a las bebidas alcohólicas, introducido en la administración de Martinelli (2009-2014).
El empresario declaró ante el Tribunal de Juicio que tenía el correo referente al canal de televisión y que el original lo aportó a la Fiscalía Contra la Delincuencia Organizada, en el año 2015, cuando las víctimas comparecieron a ese despacho para reconocer los correos u otro material que fue objeto de vigilancia.
Motta, además, indicó que esos documentos en ningún momento eran de dominio público. Por tal motivo señaló estar seguro que se trata de una interceptación a sus comunicaciones y, por consiguiente, una violación a su intimidad.
Sin embargo, Motta expresó que no tenía mayores elementos para poder definir quién era el culpable o la persona detrás de esto.
También manifestó que, gracias a los medios de comunicación, pudo conocer que los aparatos para espiar y obtener información de manera ilícita se venden de Estado a Estado. Añadió que en este caso concreto, él sabe que en esos contratos de compraventa, el gobierno de Israel los aprueba antes de ejecutarlos.
En medio de la investigación se ha podido probar que dos de los equipos usados para espiar fueron comprados en Israel, a las empresas MLM Protection y Pegasus.
Motta también manifestó que algún jefe, miembro del gobierno, estaba detrás de la adquisición y puesta en marcha de esos equipos de intervención. Por eso, pidió al Tribunal de Juicio las sanciones correspondientes.
Sidney Sittón, del equipo de abogados de Martinelli, dijo que, interrogado por la defensa, Motta respondió que no le consta que se haya comprado equipo para intervenir u ordenar interceptar las comunicaciones.

