Probablemente a pocos se les ocurriría que una toronja madura, comprada en un mercado de la ciudad de Colón, iba a ayudar en la búsqueda de una alternativa para combatir al mosquito transmisor del dengue.
Fue esa modesta toronja colonense la base para una investigación de un grupo de científicos panameños que determinó que el aceite esencial de la fruta podría convertirse en un efectivo larvicida para el combate de los vectores Aedes aegypti y Aedes albopictus.
El resultado de la investigación de los científicos panameños fue publicada, en 2007, en la Revista Peruana de Biología de la Facultad de Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
En el artículo “Actividad larvicida de la toronja, Citrus paradisi (Rutaceae) sobre dos vectores del dengue”, se explican los pormenores de la investigación y sus resultados.
Un boletín informativo de la Universidad de Panamá, publicado el pasado 21 de enero, ha recordado este hallazgo y plantea la posibilidad de que con nuevos estudios pueda convertirse en una alternativa natural frente los insecticidas industriales usados en la actualidad contra estos vectores.
LA INVESTIGACIÓN
La investigación estuvo a cargo del biólogo colonense Jorge Morales-Saldaña, coordinador del programa científico del Laboratorio Marino de Punta Galeta, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, quien recibió el apoyo del químico Manuel Abrahams, de la Escuela de Biología del Centro Regional Universitario de Colón, de la Universidad de Panamá.
A partir de 500 gramos de la cáscara de la toronja, se extrajo una muestra de aceite que fue diluida en un mililitro de etanol.
Larvas de mosquito Aedes aegypti y Aedes albopictus, criadas para este estudio, fueron colocadas en envases plásticos con agua y aceite de toronja.
“La mortalidad de las larvas del mosquito fue registrada a las 24 horas de haberse expuesto las larvas a las diferentes concentraciones del aceite de toronja”, detalla el boletín.
Era la primera vez que el aceite esencial de la toronja era utilizado con este fin.
Ya antes se había experimentado con otros aceites cítricos, pero su efecto en las larvas de mosquito no era muy efectivo.
La utilización del aceite de la toronja resultó 11 veces más tóxico contra los mosquitos Aedes aegypti y efectiva en los albopictus, que nunca antes se habían sometido al uso de algún tipo de aceite cítrico.
“Con el análisis químico del aceite de toronja se pudo comprobar con alta probabilidad la ausencia de insecticidas convencionales que pudieran estar en la cáscara de la toronja y la presencia de químicos naturales con propiedades insecticidas como por ejemplo: linalool, ocimene, entre otros”, señala el informe.
Si nuevos estudios confirman y amplían estos hallazgos, podría llegar a ser recomendado como una de las estrategias para combatir el dengue.
Mientras tanto, lo único efectivo sigue siendo la destrucción de los sitios de cría de estos mosquitos.
>>> Mantenga lejos a los mosquitos
Hay muchas cosas del entorno que atraen a los mosquitos. Aparte de seguir las recomendaciones de evitar mantener recipientes o lugares con agua limpia estancada, hay otras medidas que se pueden tomar para que estos insectos se mantengan lejos. Se recomienda, por ejemplo, encender velas u otras fuentes de dióxido de carbono para disuadir a los mosquitos. También, en lo posible, se debe evitar vestir ropa oscura, pues este color tiende a atraer la atención de los mosquitos. Del mismo modo, los perfumes con aromas frutales, y ciertos suavizantes de ropa con olores dulzones producen el mismo efecto, por lo cual es no es buena idea utilizarlos si se quiere mantener a los insectos lejos. Sahumar con hierbas aromáticas (salvia y romero), frotar vinagre de manzana sobre la piel expuesta., también son soluciones naturales no tóxicas.