Insultos y arengas estridentes marcaron ayer un debate en el Parlamento venezolano al que asistieron 12 legisladores extranjeros por invitación del presidente encargado de Venezuela y presidente del Parlamento, Juan Guaidó, en su presión para expulsar del poder al líder del régimen, Nicolás Maduro.
El llamado “encuentro parlamentario mundial por la democracia en Venezuela” reunió a cuatro legisladores españoles, tres italianos, un argentino y cuatro centroamericanos que apoyan a Guaidó, reconocido como mandatario encargado por medio centenar de países.
El enfrentamiento verbal entre opositores y oficialistas escaló durante el discurso de Javier Maroto, quien al igual que sus tres colegas del derechista Partido Popular español arremetió contra Maduro, al que llamaron “dictador”.
“Vamos a adquirir el compromiso para que gente así [los diputados oficialistas] pueda sufrir también sanciones individuales adicionales que hoy no están siendo tomadas”, desafío Maroto, provocando la ira del bloque chavista.
La Unión Europea mantiene un embargo de armas sobre Venezuela y sanciones contra 25 funcionarios ante acciones que, a su juicio, socavan la democracia y los derechos humanos.
En una sesión que por momentos se tornó caótica, los chavistas respondieron con consignas como “¡la patria no se vende!” y “¡váyanse al carajo!”, y denunciaron el congelamiento de fondos venezolanos en Europa y Estados Unidos, lo que en su opinión agravó la crisis.
“Quiero decirle senador [Maroto], como decía [Hugo] Chávez, váyase a la mierda, que en Venezuela hay un pueblo libre, soberano, que no negocia su libertad”, exclamó Gerardo Márquez, del Partido Socialista Unido de Venezuela.
La sesión fue tan tensa que un diputado afín a Guaidó intentó quitarse la chaqueta para retar a golpes a colegas chavistas.
El oficialista Julio Chávez le reprochó a los invitados que si ingresaron al país había sido por decisión del “gobierno legítimo” de Maduro.
“No estamos solos”, resaltó Guaidó, quien 10 meses después de asumir como presidente encargado no ha logrado desplazar al “usurpador”, como denomina a Maduro tras asumir un nuevo mandato en enero pasado.
