Peritos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Imelcf) lograron reactivar varios rastros dactilares (huellas) en el vehículo de Ken Karasawa, diseñador gráfico de Revista K, ultimado de dos disparos el pasado domingo en Milla 8, corregimiento Omar Torrijos del distrito de San Miguelito.
Así lo confirmaron ayer a este diario fuentes vinculadas con la investigación del caso, las cuales precisaron que dichas huellas –no especificaron cuántas– son rastreadas ahora en las bases de datos de la Dirección de Investigación Judicial y, en caso de que no haya coincidencias, pedirán apoyo al Tribunal Electoral.
El vehículo de Karasawa, una camioneta Mazda CX5 roja, fue recuperada la noche del pasado lunes por la Policía Nacional cerca de una residencia en el sector Villa María de Alcalde Díaz, cuyos vecinos ya fueron entrevistados.
De acuerdo con las fuentes, los homicidas le cambiaron la placa y le pusieron una con la numeración CF2003, cuya procedencia también es rastreada.
Además de las huellas, los peritos del Imelcf cotejan otras evidencias encontradas en la camioneta, con la esperanza de que les permitan identificar los autores materiales del hecho.
En otra línea de investigación, la Fiscalía de Homicidio y Feminicidio de San Miguelito revisa los videos de seguridad de las empresas Revisalud y Agua Viva, en cuyas inmediaciones fue abandonado Karasawa, con dos disparos en el pecho.
Según las fuentes consultadas por este medio, la fiscalía también desplegó varios equipos de investigadores en ese lugar, para tratar de encontrar alguna pista relevante para las pesquisas.
Ayer, los forenses de Medicina Legal practicaron la autopsia al cadáver de la víctima y constataron que la causa de muerte fueron los dos impactos que recibió en el tórax.
No se revelaron detalles respecto al calibre del arma utilizada por los homicidas y tampoco se informó si la víctima sufrió otro tipo de lesiones.
En relación con el móvil del hecho, los investigadores no han establecido con certeza qué motivó el crimen, por lo que no descartan ninguna posibilidad.
Hasta ahora, todo apunta a que Karasawa fue víctima de un robo. No se sabe si el objetivo era su vehículo, dinero o cualquier otra pertenencia. Inclusive, no se descarta la posibilidad de que los hechos se desencadenaran en medio de un secuestro exprés.
En la capital operan bandas dedicadas al robo y hurto de vehículos, que usualmente operan en San Francisco, Obarrio y Betania.


