Dos años después de desatada la pandemia de la Covid-19, cada vez son más las evidencias sobre las secuelas que deja en las personas esta enfermedad, provocada por el virus SARS-CoV-2.
El estudio más reciente sobre el tema fue publicado el pasado 7 de marzo en la revista científica Nature y revela que entre las secuelas neurológicas que deja la Covid-19 está la reducción de materia gris en el cerebro y más alteraciones en los tejidos cerebrales.
En un estudio con 785 personas, científicos del Departamento de Neurociencias Clínicas de la Universidad de Oxford, Reino Unido, hallaron anormalidades en el tejido cerebral al comprobar la existencia de menos sustancia en las regiones relacionadas con el olfato y la memoria.
En el estudio, los científicos analizaron los resultados de una primera tomografía cerebral de 401 pacientes antes del contagio con el SARS-CoV-2, y de una segunda tras haber contraído la enfermedad, entre marzo de 2020 y abril de 2021.
Al momento de su participación en la investigación, estas personas tenían entre 4 y 5 meses de haber pasado la enfermedad y el 96% de ellos manifestó haber presentado síntomas leves.
Posteriormente, los científicos contrastaron los hallazgos de este grupo con las imágenes de 384 individuos no infectados con similar rango de edad, nivel socioeconómico y factores de riesgo como la presión arterial y la obesidad.
Los resultados indican que los pacientes infectados por el nuevo coronavirus perdieron entre 0.2% y 2% adicional de tejido cerebral, en comparación con los que no habían resultado contagiados.
Los científicos lograron establecer un rango preciso de los perjuicios del virus al tomar en cuenta que debido al envejecimiento se considera normal la pérdida de entre 0.2% y 0.3% de materia gris cada año.
La publicación científica indica que está pendiente investigar si este impacto nocivo se puede revertir parcialmente o si estos efectos persistirán a largo plazo.
Covid-19 prolongado
Estudios científicos previos coinciden en que las secuelas persistentes en las personas recuperadas de la Covid-19 son: fatiga, dolor de cabeza, trastorno de atención, caída del cabello, dificultad para respirar y apnea del sueño, entre otras.
El infectólogo y pediatra Javier Nieto explicó que en el escenario de que la Covid-19 sea endémica y afecte a las personas, independientemente de su grado de severidad, va a existir el riesgo de desarrollar secuelas.
Por ello, las autoridades y tomadores de decisiones tendrán que contemplar presupuestos para enfrentar esta situación.
Remarcó que entre el 10% y el 25% de las personas infectadas desarrolla Covid-19 largo, y de 5% a 7% tendrá cuadros que ameriten atención de salud frecuente y tratamientos.
Las secuelas prolongadas causadas por la Covid-19 descritas en los estudios científicos de otros países son similares a las registradas entre más de 8 mil pacientes que son atendidos en las clínicas post Covid-19 que tiene la Caja de Seguro Social (CSS), y por médicos especialistas.
Datos del Ministerio de Salud (Minsa) indican que hasta el pasado 8 de marzo, de 758 mil 312 personas infectadas en el país, 747 mil 160 se habían recuperado.
Para la directora del departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, Ivonne Torres, la Covid larga también traerá consigo incapacidades y pensiones adelantadas, sobre todo en las personas que padecieron la enfermedad grave.
Subrayó que las secuelas de esta enfermedad tendrán un fuerte impacto en el sistema de salud del país.
