El descubrimiento ocurrió por pura casualidad. En el año 2000 el arqueólogo estadounidense James Delgado vacacionaba en el Pacífico panameño en un pequeño crucero, cuando la tripulación le propuso ver un “navío japonés de la Segunda Guerra Mundial”.
Pero al llegar al lugar pudo constatar que se trataba, en realidad, de un submarino antiguo, concebido entre 1864 y 1867, durante la guerra civil estadounidense, el primero en su clase que funcionó con éxito.
El navío está encallado en la isla San Telmo, en el archipiélago de Las Perlas.

