CERO Y VAN DOS. Con la renuncia del viceministro de la Presidencia, Juan Carlos Muñoz, ya van dos funcionarios que ocupan ese puesto en los meses de gobierno que tiene el PRD. Lo cierto es que ser el segundo de Gaby está resultando más complicado de lo que parece. Como dicen, algo huele muy mal... y no precisamente en Dinamarca.
INCONGRUENCIA. Y, hablando de los entuertos, perdón, contrataciones del Ministerio de la Presidencia, resulta que Mercadeo Integral, empresa a la que le fue adjudicado un contrato por $1.7 millones, tiene entre sus funciones desarrollar programas estratégicos para “medir desempeño y diferentes atributos que conforman tanto la imagen del Presidente y Vicepresidente, como también de todo el aparato de gobierno”. Difícil creer que semejante resultado se pueda lograr a partir de una licitación fuertemente cuestionada por el país entero. Definitivamente que el papel aguanta todo.
¿UNIENDO FUERZAS?. A quien se le vio ayer por los lados de la Asamblea Nacional fue al secretario general del PRD, Pedro Miguel González. Al parecer, lleva días reuniéndose con miembros de su bancada para limar las asperezas luego de la trifulca entre Bolota Salazar y Kayra Harding. Ojalá que ahora no lo veamos por los lados del Palacio Gil Ponce visitando al magistrado Olmedo Arrocha.
DESCONEXIÓN. El presidente Cortizo dijo: “La transparencia y rendición de cuentas del uso de fondos públicos, en pandemia o en tiempos normales, de funcionarios y autoridades electas, de esta y otras administraciones, fortalece la democracia, así como la CERTEZA DEL CASTIGO”, A ver si el titular del MOP, Rafael Sabonge, hace caso y publica la información sobre el hospital modular de Albrook y, de paso, nos cuenta por qué rechazó la donación china de convertir el Centro de Convenciones de Amador en un hospital temporal.
PREGUNTA. Parece que el Ministerio Público tendrá aún más trabajo. Ya lleva cuatro investigaciones abiertas por contrataciones con aparentes sobrecostos en lo que va de este gobierno. ¡Bien! Pero no se nos olvidan los casos pendientes. ¿Qué habrá sido de la famosa carta del Departamento de Estado sobre la no aplicación del principio de especialidad?
