DISCRIMINACIÓN. La diputada Marylín Vallarino le echó más gasolina al fuego entre el Gobierno y los indígenas. En su cuenta de Twitter se refirió a los indígenas como “originarios borrachos y drogados”, “que no tienen nada que perder” y “víctimas de su irresponsabilidad”. Horas después, tras la avalancha de críticas en su contra, se excusó diciendo que había escrito el mensaje en un momento de indignación. Indignación debería sentir –y exteriorizar– por las cosas que hacen sus copartidarios. Esos sí que están borrachos, pero de poder.
DESCARO. Ayer, José Raúl Mulino mandó a los oyentes de Radio Panamá a buscar en dealante.com, el sitio web de Antonio Fraguela, que trabaja en la Presidencia, un audio en el que aparece el exviceministro Luis Ernesto Carles “con su carita de yo no fui” supuestamente dando instrucciones a los indígenas. Haciéndole propaganda gratis al negocio de un funcionario en un medio independiente... Esta gente ya ni se toma el trabajo de disimular.
RESPUESTA. Ante la divulgación del audio, Carles alegó que lo que quiere el Gobierno es derrumbar la credibilidad que él se ganó en el diálogo de la Ley 30, y aseguró que el responsable directo es el Consejo de Seguridad, que grabó e hiló varias de sus conversaciones telefónicas para justificar la represión. Pero aquí ninguna autoridad se pregunta cómo el Gobierno obtiene esas grabaciones.
DUDA. Según Martinelli y demás amigos de Cambio Democrático, Guillermo Ferrufino sería un excelente candidato a Presidente. ¿Se lo imaginan manejando una crisis como esta?
