La toxoplasmosis, una enfermedad que afecta al 30% de las personas en el mundo, es el tema que trató un grupo de investigadores durante la celebración del último café científico de 2019, actividad que realiza la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt).
Una de las expositoras fue la investigadora del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat), Zuleima Caballero, quien, desde 2017, lidera un estudio que busca conocer el porcentaje de mujeres embarazadas y recién nacidos infectados con el parásito toxoplasma gondii, así como analizar los principales factores de riesgo asociados a la transmisión de la infección.
La investigación, que surgió a raíz de la experiencia de Mariángela Soberón –madre de un niño que nació con toxoplasmosis congénita–, y la falta de información actualizada sobre esta enfermedad, terminó abarcando a unas 2 mil 326 mujeres embarazadas de los distritos de Panamá y Panamá Oeste.
Caballero solo reveló que durante el estudio se detectaron 10 niños con toxoplasmosis congénita, porque el resto de los hallazgos todavía no se pueden divulgar. Dijo, además, que le presentaron a la ministra de Salud, Rosario Turner, un resumen de los resultados del estudio.
Una infección por toxoplasmosis durante el embarazo puede provocar daños oculares, al sistema nervioso, la piel y los oídos del bebé, entre otras afectaciones.
Mariángela Soberón, madre del niño que motivó el estudio y quien forma parte del proyecto, dijo que han logrado avanzar en la recolección de datos para determinar la prevalencia e incidencia de la enfermedad.
A raíz de este estudio también se detectó que no se está cumpliendo a cabalidad con el protocolo para detección de la toxoplasmosis en mujeres embarazadas y, en los casos que se detecta, no hay medicinas para tratarlas.
Este diario trató, vía telefónica, de conocer la versión de Turner sobre la falta de medicinas, y al cierre de la edición no contestó.

