No solo se hallaron fósiles y piezas arqueológicas entre la tierra removida desde el3 de septiembre de 2007, cuando empezaron los trabajos de la ampliación del Canal. Ocultas entre la vegetación densa por el pasar del tiempo, aparecieron trincheras que datan de, al menos, un centenar de años.
Fueron cuatro, y el personal de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) las ubicó entre 2008 y 2009 en los cerros Aguadulce, Cocolí y Cedro, en las cercanías de la entrada de la vía acuática, al costado pacífico del país.
Primero, encontraron dos trincheras de 48.8 metros y 11.3 metros de largo en el cerro Aguadulce y luego dieron con un tramo adicional en el cerro Cocolí de 36.5 metros. Todas fueron excavadas sobre la capa arcillosa que predominaba la zona y se revistieron con piedras, detalla un artículo arqueológico de John Griggs, Tomás Mendizábal y Juan Guillermo Martín, participantes de las investigaciones científicas de campo que se desarrollaban paralelamente a la ampliación de la ruta.
En tanto, la trinchera del cerro Cedro, en los dominios del Parque Natural Metropolitano, era similar a las de Aguadulce y Cocolí, pero con una extensión de 100 metros, posicionada justo sobre la ruta del longevo Camino de Cruces, añade el artículo.
Por encontrase en el camino fijado de las obras de la ampliación del Canal, las trincheras de Aguadulce y Cocolí fueron destruidas, mientras que la de cerro Cedro permanece en el sitio, comenta Zuleika Mojica, especialista ambiental de la ACP.
MÁS DEFENSAS
Antes de que la expansión del Canal sacudiera la hierba y tierra de las trincheras del Pacífico, ya se conocía la existencia de otro puñado de fosas para batallas armadas en el cerro Gatún, en el lado atlántico, destaca Paolo Sanfilippo, explorador y conservacionista.

Son seis y allí permanecen sus remanentes, cubiertos por la selva, apunta Sanfilippo, tras realizar hace pocas semanas un recorrido por el lugar en compañía de los también exploradores Luis Puleio y Javier Martín.
“No es fácil llegar hasta ellas. Fuimos para comprobar su estado, antes de que algún proyecto futuro las borre del mapa”, cuenta Sanfilippo, quien calcula que en el país hubo unos 5 kilómetros de trincheras.
Investigaciones previas de 1958 y 1971 plantean la teoría de que el origen de las trincheras de Gatún se remonta a la época colonial, cuando el reino español defendía los tesoros de los piratas, pero estudios más recientes, como el liderado por Griggs, proponen que en realidad formaron parte de las defensas del Canal levantadas por los estadounidenses entre 1913 y 1914, poco después del inicio de la etapa republicana de Panamá.
Las más larga mide 258 metros, aunque los reportes de 1971 ya hablaban del derrumbe de grandes secciones de las defensas.
PATRIMONIO
Todas las trincheras a lo largo de la cuenca canalera representaron las primeras defensas de la vía marina, aunque quedaron obsoletas desde 1918, tras el fin de la Primera Guerra Mundial. Nunca se usaron en medio de algún combate; solo quizá para entrenamiento militar, estima Sanfilippo, quien ve repetirse una y otra vez el desdén permanente hacia los restos de la historia panameña, como ocurre con otras estructuras con valor histórico y patrimonial.
Las trincheras del Canal, resume, fueron el relevo de los fuertes de San Lorenzo y Portobelo construidos por los colonizadores hace casi 500 años y reconocidos como Patrimonio Mundial.
