El pasado 10 de febrero, un hombre de 74 años de edad recibió una llamada telefónica de una persona que le dijo que tenía secuestrada a su hija a raíz de que esta tenía una deuda de $10 mil.
Le dijeron que para liberarla tenía que depositar el dinero en distintas cuentas bancarias. El hombre depositó $8 mil 500 y, como no completó la suma pedida, le pidieron su vehículo: lo dejó en un sector acordado por los secuestradores.
A continuación, se desplazó hasta el centro comercial en el que supuestamente le entregarían a su hija y allí se percató de que todo se trataba de un falso secuestro.
Así lo contó el fiscal Manuel Amador Pittí, de la Sección de Atención Primaria de San Miguelito, al informar sobre el desmantelamiento de una red dedicada a esta clase de delito: siete detenidos en Chiriquí y uno en San Miguelito.
