Los gremios docentes empezaron su oposición al retorno a las aulas advirtiendo de que no querían vacunarse con AstraZeneca. ¿Qué pasaría si todos los sectores empezaran con estas exigencias?
Es que cómo pueden aprobar el uso de una vacuna que puede causar la muerte de las personas... Salvaguardar la vida debe ser el primer compromiso del Estado, pero aquí las vacunas son un negocio. Hay un vínculo de la vacuna y los trombos que dan.
¿Qué porcentaje de trombos da esa, con respecto a las otras vacunas? ¿Tiene idea?
Lo desconozco.
En todas hay riesgos, pero mínimos. Ahora que les están aplicando Pfizer, dicen que ustedes no pidieron ser adelantados en el proceso de vacunación. ¿Quién lo pidió, entonces?
Eso fue una decisión del Ministerio de Salud, nosotros no exigimos que nos vacunaran primero.
Pero tampoco, cuando se anunció, dijeron que no era lo correcto, porque los enfermos crónicos –que representan el 70% de los fallecidos– debieron ir antes que ustedes.
No, porque entendemos que hay intereses fuertes de poderes fácticos empujando las clases presenciales.
¿Qué son, para usted, poderes fácticos?
El sector empresarial, que tiene intereses económicos.
Y, ¿cuáles son los intereses de los docentes?
Preservar la vida de los alumnos y el personal.
Entonces, no dijeron nada porque hay ‘intereses fácticos’…
Sí, y porque son directrices: somos respetuosos de las decisiones del Minsa.
Pero no de las del Meduca, cuando decidió el retorno a clases…
Porque el Meduca no tiene un criterio científico. Esto de volver a clases era llevarnos al matadero.
¡Pero si están vacunándolos!
Pero a muy pocos.
Solo el 10% de los educadores es mayor de 60 años de edad. ¿Cuántos tienen enfermedades crónicas?
Son informaciones personales que no manejo.
Ahora que los están vacunando, advierten de que esa no es su única condición para volver a las aulas. Entonces, ¿qué necesitan?
Las medidas tienen que ser integrales. La infraestructura de las escuelas no se presta para abrir y a las escuelas no han llegado los fondos del Fece para comprar los insumos.
¿Qué tiene que ver las condiciones físicas de una escuela (mismas condiciones de toda la vida) con que ustedes vayan a trabajar?
Dice que tiene que haber distanciamiento entre los alumnos, y eso es imposible en nuestros salones.
¿Han hecho algún estudio o análisis para ver en cuántas escuelas eso es imposible, como asegura?
Es que la mayoría de las escuelas están sobrepobladas.
Pero para oponerse, imagino que tienen la data que sustenta su posición…
No, porque las escuelas están cerradas… Pero cada profesor sabe cuántos alumnos tiene.
¿A qué insumos se refiere, si lo único que se necesita es agua, jabón y desinfectante para limpiar?
Es que en las escuelas no hay agua.
¿Cuántas no tienen agua?
Casi el 40% de las escuelas tiene problemas de agua.
¿De dónde salió esa cifra?
De encuestas que hacemos entre nosotros los docentes.
Es cierto: no todas las escuelas tienen agua. Pero no todas las escuelas iban a abrir… Iban a abrir 19 que sí tienen las condiciones para hacerlo. Además, iba a ser semi presencial, gradual y voluntario. ¿Por qué oponerse?
La impaciencia traiciona a la ministra. ¿Cómo que voluntario? La mayoría de los padres no quiere mandar a sus hijos a la escuela. ¿Cómo atiendo al resto que no va?
Por Zoom o alguna plataforma similar, ¿no?
Sí, pero yo tendría dos modalidades. Ir a la escuela y entonces en la tarde dedicarme a los que no van.
Sí, pero no han dejado de cobrar su salario, profesor, y sin ningún tipo de descuento. Si los policías, médicos, ‘hormiguitas’ y demás no han dejado de trabajar, ¿ustedes por qué no pueden volver a las aulas? ¿Los sacrificios no deben ser para todos?
Sí, hemos sacrificado bastante. Ahora me preparo más y demoro más tiempo en las clases que antes.
Por cierto, usted dice que la mayoría de los padres no quiere mandar a los niños a la escuela. ¿De dónde sacó eso?
De los que me llaman a mí.
Los gremios docentes también alegan que abrir escuelas fue una decisión unilateral. ¿Por qué tendrían que consultarles?
Porque el que más consulta menos se equivoca.
Si les consultaban, igual hubieran dicho que no. Y se hubieran molestado si la decisión hubiera sido abrir las escuelas… ¿O no es así?
Claro que sí, porque no han vacunado a la mayoría de los docentes. Y a los alumnos no los van a vacunar. Además, la vacuna no es garantía de no contagiarse.
¿Lo ideal, según usted, sería volver a las aulas cuándo?
Cuando la gran mayoría de los panameños esté vacunada.
Eso no se espera que pase este año. O sea, ¿por ustedes no abrimos hasta el próximo año?
Depende de la capacidad del Minsa. Los padres están más reacios que los docentes.
Entonces, ¿por qué no dejaron que la cosa arrancara a ver cuántos alumnos van, en vez de oponerse de antemano?
Es que nosotros no nos oponemos… Pero tienen que garantizar que las escuelas tengan las condiciones de salud, no que vayan a contagiarse y morir. Hay que cuidar la salud de los alumnos.
Pero las 19 escuelas que iban a iniciar tienen las condiciones…
Eso es lo que dice el Meduca, pero no es cierto.
¿Cuál de las 19 que iban a abrir no cumplía con las medidas?
A mí me dijeron que la escuela República de Puerto Rico no reúne las condiciones necesarias.
¿A usted ‘le dijeron’?
Sí, me dijeron.
Cuando un empleado se niega a volver a trabajar, lo destituyen. ¿Por qué en el caso de ustedes debería ser distinto?
Por la masificación de personas que hay en un salón.
¿Desde cuándo un empleado le pone tantas trabas al empleador sin que este lo despida?
Es que nuestra posición es para defender la vida de los estudiantes. Pero pareciera que Unicef y la Cámara de Comercio, que están presionando al Meduca, desconocen la cantidad de infectados en Panamá. Somos de los países con más contagios.
Y, ¿usted conoce la cantidad de niños infectados en Panamá?
No me dio tiempo de buscarlos.
Son la gran minoría.
Pero son vidas.
Somos el país con la mayor cantidad de días con los niños fuera de las aulas, pero ustedes se enfocan en que hemos tenido muchos casos y por eso no se debería abrir la escuela… ¿Paramos el mundo y dejamos de vivir?
No, que vacunen a más gente y den internet gratuito a los alumnos por mientras. Pero eso nunca les ha interesado.
La educación virtual priva a los niños de vacunaciones, alimentación, salud mental…
Pero les garantiza la vida.
¿Ustedes no han pensado en lo mucho que se están perdiendo los niños?
Sí, pero para contagiarse prefiero dar la clase virtual.
También alegan que no quieren volver a clases porque el decreto inicial dice que el primer trimestre iba a ser virtual. Y si lo modifican, ¿van a ir a cumplir el rol para el que fueron contratados?
Con las condiciones exigidas, sí.
Los números están bajando. Todo suena a ‘no queremos volver al trabajo’.
¿Y si el muchacho se me contagia en el salón?
Se le aísla, se le hacen pruebas al resto y se sigue con el plan.
¿Y si se muere? Hay alumnos con enfermedades, asmáticos…
Pero el retorno era voluntario. Dependía de cada padre mandar a su hijo o no.
Es que al final, el docente siempre va a ser el culpable.
¿Quién dijo eso?
Es así.
Ustedes quieren seguir desde casa, cuando antes se quejaban de que las plataformas virtuales no funcionaban. ¿Ya esas plataformas se arreglaron?
Sí. No es que no funcionaban, sino que estábamos adaptándonos. Ya nos adaptamos. Y ahora quieren que volvamos.
Resumamos: ustedes quieren seguir sin ir a la escuela hasta que casi todos estemos vacunados, pero seguir cobrando el 100% de sus salarios. ¿Es así o no?
Es que hemos seguido trabajando. Primero pidieron que nos actualizáramos. Ahora nos actualizamos y quieren que volvamos presencial.
De eso se trata la vida. De adaptarse.
Sí, pero no entiendo… Después de pedirnos innovar, nos piden volver.
Entonces, ¿paramos el mundo hasta el próximo año?
Para cuidarnos.
PERFIL
Diógenes Sánchez es dirigente magisterial del Colegio José Dolores Moscote, donde es docente de filosofía e historia. Fue secretario general de la Asociación de Profesores de Panamá.


