Las elecciones en las provincias de Santa Fe y Córdoba permitieron seguir delineando el mapa político argentino en el que emergen nuevas figuras y fuerzas, mientras viejos partidos como el peronismo y la Unión Cívica Radical (UCR) luchan por adaptarse a los nuevos tiempos.
El mayor impacto lo generó, este domingo, el Partido Socialista (PS), que ganó la gobernación de la provincia de Santa Fe como fuerza principal del llamado Frente Progresista Cívico y Social, que aglutina también a radicales y el ARI (Afirmación para una República Igualitaria), encabezado por la candidata presidencial Elisa Carrió.
Los socialistas sentaron un precedente histórico, ya que en sus cien años de existencia, nunca habían llegado tan lejos. Además, proyectaron aún más la figura emergente del médico Hermes Binner, que será el gobernador, y que tiene como antecedente reciente, el haber sido intendente (alcalde) de la ciudad de Rosario, por dos períodos, entre 1995 y 2003.
Por ahora, el PS es una fuerza limitada a Santa Fe, una rica provincia agrícola y ganadera, de 133.000 kilómetros cuadrados y donde viven poco más de 3 millones de personas. Los socialistas no tienen mayor incidencia a nivel nacional, al extremo que no presentarán candidato propio a las elecciones nacionales de octubre y respaldarán a Carrió.
En Córdoba, otra rica e importante provincia de 3 millones de habitantes, también hubo un "sacudón" que hizo estremecer las estructuras del peronismo local, en el gobierno, que apenas pudo ganar la elección de este domingo por un punto, (37 a 36 por ciento), frente a Luis Juez, el candidato opositor y actual intendente de la capital provincial.
Juan Schiaretti, actual vicegobernador y el triunfador por ese estrecho margen, es un aliado del kirchnerismo, de manera que sumará votos para Cristina Fernández, senadora, esposa de Kirchner y candidata del oficialista Frente para la Victoria (FPV).
Con las dos de este domingo, suman doce las elecciones provinciales que se han realizado este año en Argentina, con siete triunfos del oficialismo y cinco de la oposición, entre quienes hay partidos de la derecha, centroderecha y centroizquierda.
Todavía faltan las elecciones de Chaco y Chubut, el 16 de este mes, mientras que el 28 de octubre, junto con las nacionales, se elegirán nuevas autoridades provinciales en Jujuy, Buenos Aires, Formosa, La Pampa, Mendoza, Misiones, Salta y Santa Cruz.
Kirchner aglutina en su FPV a peronistas, radicales escindidos de la UCR, llamados "radicales K", y algunos movimientos sociales afines, como la poderosa e influyente Confederación General del Trabajo (CGT).
El resto del espectro político se conforma con el ex ministro de Economía Roberto Lavagna (2002-2005), de 65 años, que tras su salida de la administración Kirchner, formó el movimiento Una Nación Avanzada (UNA) de la cual será el candidato presidencial de octubre.
Elisa Carrió, de 51 años, encabeza la Coalición Cívica, "una propuesta amplia que trasciende las barreras de la política tradicional, donde se prioriza la conducta de sus integrantes sobre la ideología", según se definen.
Cuenta entre sus principales dirigentes a Patricia Bullrich, presidenta de Unión Por Todos, radicales como Enrique Olivera, y también la integran algunos peronistas, socialistas y demócratacristianos.
El presidente de Boca Juniors, Mauricio Macri, que ganó ampliamente al kirchnerismo la alcaldía de la ciudad autónoma de Buenos Aires, en junio pasado, aparece como un referente de la centroderecha, aunque su partido, Propuesta Republicana (PRO), todavía está en formación y no tiene demasiada proyección nacional.