Washington. -Trece años después de la muerte de 19 soldados de élite en Mogadiscio, Somalia ha vuelto a saltar a los titulares en Estados Unidos. En vista de las guerras en Afganistán y en Irak, aumenta la preocupación de que la lucha entre el gobierno de transición somalí, apoyado por las tropas etíopes, y los islamistas pueda extenderse a los países vecinos y arrastre a extremistas islámicos al conflicto. El Washington Post ve surgir un "nuevo frente caliente en la guerra contra el terrorismo".
Las opciones políticas para Estados Unidos son sombrías. En ello coinciden todos los comentaristas políticos. Tras la desafortunada intervención a principios de los años 90 en Somalia, a Washington no le gustaría tener que intervenir militarmente, según un análisis del prestigioso Council on Foreing Relations (CFR). "Ninguna de las opciones para una construcción en serio de un Estado es algo que agrade política, financiera o moralmente en la xenófoba sociedad tribal somalí", según Los Angeles Times.
En vista de la experiencia en la guerra de Irak, Estados Unidos y Occidente se encuentran ante un problema delicado, escribe por su parte el profesor de ciencia política Jonathan Stevenson, del U.S. Naval War College, en el Wall Street Journal. La entrada de un número considerable de soldados extranjeros bajo comando occidental en Somalia estaría ligada al riesgo de que, como en el caso de Irak, cada vez llegasen más "combatientes de dios" al país y perpetrasen nuevos atentados terroristas en el mundo.
Tampoco un intento de solución multilateral parece carente de riesgos. Así, diplomáticos europeos apoyarían mantener conversaciones con los líderes islamistas, mientras que Estados Unidos rechazaría esa opción, según un informe especial del CFR.
El New York Times criticó en un editorial la política de Estados Unidos en Somalia: "Estados Unidos ha perdido su influencia en Somalia al apoyar a algunos señores de la guerra atroces para desafiar a los islamistas radicales". Pero aún sigue teniendo influencia sobre Etiopía, añadió.
El Gobierno estadounidense no sólo ha expresado su apoyo a su aliado etíope, sino que también lo ha protegido. "Etiopía ha reflexionado verdaderamente sobre la seguridad a causa de los sucesos en Somalia y ha dado apoyo a un gobierno legítimo que se lo ha pedido", dice una portavoz del Departamento de Estado, que asegura que Estados Unidos ha pedido a Etiopía "un máximo de contención" en Somalia y que asegure la protección de civiles.
Los intereses estratégicos de Estados Unidos se encuentran ahora unidos a sus socios, que desde el punto de vista moral son desde desagradables hasta inaceptables, según el conservador Wall Street Journal. El periódico incluye en esta lista al "autocrático primer ministro" de Etiopía, Meles Zenawi, y a una coalición de señores de la guerra somalíes, entre otros.
El 4 de enero se formará el nuevo Congreso estadounidense. La oficina de investigación de la Cámara ha presentado a los senadores y representantes durante las festividades navideñas un nuevo informe sobre los problemas clave dentro y fuera del país. En él se dice: "Los funcionarios gubernamentales estadounidenses están preocupados por la presencia de conocidos terroristas en el este de África y por la posibilidad de que algunos de ellos utilicen Somalia como escondite o país de tránsito".