Nassim Taleb, comerciante de opciones libanés-americano, acaba de publicar El cisne negro,un notable éxito editorial para un profesional de los mercados financieros. La "magia", la apasionante aventura del mercado (y de la vida) es ocasión para un análisis esclarecedor que tiene que ver con la importancia de los sucesos supuestamente altamente improbables, e impactantes. Como el crack de 1987, cuando Wall Street bajó 25% en un día.
En la vida, no sólo en las finanzas, tienen muchísimo sentido las estrategias que busquen activamente al cisne negro positivo --como un crack, si se le apuesta a favor--, dado que las probabilidades son mayores de lo que se cree, y las recompensas son enormes.
Mientras el mundo pasa un buen período, con avances del PIB cercanos al 4.5%-5% anual, los últimos acontecimientos, con los problemas de Estados Unidos en el subprime market (mercado secundario de deuda) volvieron a traer inestabilidad y bajas en los mercados financieros, tensionando los nervios de los operadores.
Sucede que la Reserva Federal ha comenzado a subir las tasas de interés así, los bancos restringieron los créditos hipotecarios, las ventas bajaron y las hipotecas de riesgo están con alto nivel de morosidad. El índice "desestacionalizado" de solicitudes hipotecarias disminuyó 0.3% el 27 de julio, el menor nivel en más de cinco meses.
La prima de riesgo, medida por el alza de las tasas de interés a largo plazo, no paró de subir. Una salida generalizada de posiciones de riesgo y del carry trade (endeudamiento en monedas con bajas tasas de interés: yen, franco suizo, etc.) y la elevación consiguiente de las tasas a largo podría doblegar al consumidor americano.
Sin dudas, lo que ocurra con Estados Unidos tiene repercusiones globales. Existen múltiples indicadores, pero el mercado pone mucha atención a la inflación, al gasto y consumo personal, ventas inmobiliarias, PIB, servicios y manufacturas. Los analistas creen que habrá una desaceleración este año y que el PIB crecerá 2.4% (contra 3.3% en 2006). El consumo se retardó en junio. Los gastos de las familias son tradicionalmente el motor del crecimiento, responsable de más del 70% PIB.
Así, una menor liquidez en Estados Unidos provocaría la extensión de la crisis en el mercado inmobiliario. Además, los grandes países prestatarios -China, Japón y los petroleros- podrían aumentar la diversificación de sus reservas de divisas, demandando menos papeles estadounidenses.
Los nervios de los operadores contagian a los políticos, ya que el volumen mundial de capital, incluye acciones, bonos y depósitos bancarios, llegaría en 2010 a la friolera de US$ 214 trillones. El 53% sobre su nivel de 2005. Para McKinsey los activos financieros globales subieron 5.3% en 2005, llegando a 140 trillones de dólares, triplicando el PIB mundial.
En 2006, la venta de acciones y de instrumentos bursátiles alcanzaron la cifra récord de 680 billones de dólares, 28% sobre la de 2005. En 2006, el capital riesgo captó 322 billones de dólares en Europa y Estados Unidos, y la venta de bonos internacionales llegó a 2.86 trillones de dólares, un 13% sobre el año 2005.
Sea como fuere, el peor de los cuadros podría ser que los gobiernos intenten matar a una verdadera maravilla de la naturaleza, como es el cisne negro.
