FASCINACIÓN.

Una habitación propia

Jane Austen nunca pudo imaginar que sus obras y su vida serían objeto de fascinación dos siglos después de su muerte. En la encorsetada Inglaterra del XIX, la célebre novelista llevó una existencia discreta y de provincias. Aunque murió a la edad temprana de 42 años, ya en la veintena tanto ella como su hermana Cassandra eran consideradas solteronas. En su biografía oficial no hay nada que apunte a un cataclismo sentimental, un amour fou, en el verde paisaje de la campiña inglesa.

Sin embargo, las novelas de Jane Austen han encendido los corazones de millones de lectores desde que comenzó a publicar con la ayuda de un padre que la animó y protegió a pesar de los rígidos esquemas que entonces encasillaban a las mujeres. En vida pudo gozar de la popularidad de sus libros y ahora, en la era de la desinhibida Bridget Jones, Mr. Darcy, su personaje más querido e idealizado, continúa siendo el patrón masculino con el que toda muchacha ha soñado encontrarse alguna vez. Años después, Virginia Woolf se refirió a Austen como 2la artista más perfecta entre las mujeres".

Las adaptaciones cinematográficas de clásicos como Sentido y sensibilidad,Orgullo y prejuicio y Emma se han hecho con más o menos fortuna y en muy diversas versiones. Cabría preguntarse por qué volvemos una y otra vez a sus deliciosas tramas socio-sentimentales, en las que el amor logra vencer los obstáculos, sobre todo el de la urgente necesidad de las mujeres de refugiarse en el matrimonio para asegurarse una estabilidad económica. Es verdad que el romance y el jugueteo del cortejo son fundamentales en su obra, pero no es menos cierto que el dinero y la precaria situación de las jóvenes en edad de merecer son temas recurrentes que le confieren un trasfondo social a estas historias de bailes, abanicos y sonrojos.

Un nuevo filme Becoming Jane, del director Julian Jarrold, se atreve a novelar la vida de Austen, convirtiéndola en el modelo de Elisabeth Bennet y a Thomas Lefroy, un joven abogado que conoció, en el irresistible Mr. Darcy. ¿Será, tal vez, que la autora de Orgullo y prejuicio llegó a conocer el amor y la pasión cuando, tal y como le escribió a su hermana Cassandra, llegó a bailar tres veces seguidas con Lefroy ante la mirada escandalizada de los presentes? ¿Acaso estuvieron a punto de unirse en matrimonio pero las desigualdades sociales acabaron por separarlos? ¿Es posible, como se da a entender en la película, que la incipiente escritora se juró escribir novelas en las que los personajes logran hacer realidad sus deseos como antídoto a las barreras que le fueron impuestas por su sexo y su clase social? En verdad nunca lo sabremos, pues de las cartas que Cassandra conservó no se desprende nada más allá de las agudas e ingeniosas observaciones de una talentosa autora que retrató la época de la Regencia con el primor de una filigrana.

Pero el lector irredento de Jane Austen, las muchachas en flor que se beben sus libros y las que nos hicimos mayores buscando a Mr. Darcy queremos creer que alguna vez su pecho se estremeció. Por un instante, Jane huida de la casa campestre. Con el piano y la pluma olvidados. Los bordados de sus labores desatendidos. Para ir al encuentro breve y furtivo antes de retirarse a escribir historias de amor en la quietud de una habitación propia.


LAS MÁS LEÍDAS

  • Naviferias 2025: el IMA anuncia horarios y lugares del 15 al 19 de diciembre. Leer más
  • Gobierno anuncia acuerdo sobre salario mínimo: así quedarán algunas tasas por regiones. Leer más
  • Los combustibles bajarán de precio a partir de este viernes 12 de diciembre. Leer más
  • Del poder a los tribunales: los casos que cercan a altos funcionarios del gobierno de Cortizo. Leer más
  • Contraloría inicia auditoría a fondos que transfirió el MEF a gobiernos locales en el gobierno de Mulino. Leer más
  • CSS anuncia pago de pensiones y bonos especiales a jubilados el 19 de diciembre. Leer más
  • Jubilados y pensionados: así será el pago del bono navideño y permanente. Leer más