Hay quienes opinan que todo organismo vivo crece, florece, da frutos, o se aparea al ritmo de las fases lunares.
Y, aunque la ciencia no tiene respuestas que nos permitan afirmarlo, es una creencia bastante generalizada la influencia de la energía lunar sobre la conducta de las personas; quizás, por ello, con frecuencia decimos frases como: "Es culpa de la Luna" o "Es un lunático".
Muchas personas afirman sentir cambios, en su forma de actuar o de sentir, según determinadas fases lunares. La mayoría dice verse afectada, sobre todo, por la luna llena.
Lo que sí es cierto es que en el período que va de la nueva luna a la luna llena todo crece con exuberancia y tiene una fuerte vitalidad y que, por el contrario, en el período que va de la luna llena a la luna nueva las fuerzas van menguando, pero, al mismo tiempo, es el período de recogida de frutos.
Fases de la luna La creencia de que la Luna influye sobre los seres animados e inanimados es, posiblemente, tan antigua como el hombre.
Lo real es que bajo el influjo de sus diferentes fases: nueva, creciente, llena y menguante, las aguas del mar suben hasta 15 m.; por lo que no suena tan descabellado que el organismo humano, que tiene un alto porcentaje de líquido, también sufra o se beneficie del llamado efecto-luna.
El período de lunación se divide en ocho fases, que ya desde la antigüedad se llamaban fases lunares, las mismas son producto de la diferente constelación Luna-Sol, que nos permite ver iluminadas distintas partes de la luna y recibir parte de esa luz.
Luna nueva La fase llamada de luna nueva es la constelación inicial de la lunación.
Los encuentros amorosos suelen ser pompas de jabón y los encuentros sociales parecen despertar en grado sumo la vanidad de los participantes. Ello tendría su explicación en el hecho de que en la fase de luna nueva cada uno procura para sí mismo sin preocuparse de los deseos del otro ni de la realidad de la situación.
Esta fase, en que la luna está oscura, es la mejor para iniciar nuevos proyectos, para comenzar cualquier tipo de cura depurativa o aplicar un tratamiento a una planta enferma; también es la indicada para arar, podar, efectuar injertos o eliminar las hierbas parásitas.
(Vea La luna y su humor)
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