Activistas denunciaron la existencia de “cárceles de ballenas” en el extremo oriente de Rusia, donde más de 100 de los cetáceos están confinados en estanques pequeños y atestados.
La semana pasada, un tribunal accedió a evaluar la demanda de los activistas, pidiendo castigo a los funcionarios responsables de la captura de las ballenas y exigiendo la libertad de los mamíferos marinos.
Los activistas elevaron la voz de alarma inicialmente a fines del año pasado, cuando 90 belugas y 12 orcas fueron capturadas y colocadas en los estanques.
Situación actual de las ballenas en Rusia
La ley rusa permite la captura de ballenas solo para fines “científicos” o “culturales”, pero los activistas denuncian que el objetivo en este caso es venderlas a parques de diversiones.
Las ballenas pueden ser vendidas por una fortuna en el mercado negro, y los activistas sospechan que fueron capturadas para ser vendidas a atracciones en China.
